En plena pandemia, el nacimiento de Mía, la hija de Germán Paoloski y Sabrina Garciarena, trajó una pizca de esperanza. En medio del miedo y de la incertidumbre por el avance del coronavirus, la llegada de la beba alegró a la familia.
Desde el sanatorio Otamendi, el conductor charló con la revista Gente y manifestó su emoción. "Mía es divina, a mí se me cae la baba. ¡Y es tan chiquita! Todavía es difícil encontrarle parecidos porque es muy chiquitita, pero creo que la veo parecida a Beltrán. Igual, tiene los ojitos cerrados y está achinada, así que habrá que esperar unos días para que se deshinche y ahí sí vamos a poder ver bien los rasgos”, contó, súper feliz.
"Estamos solo nosotros dos sin posibilidad de recibir visitas y eso también es raro para nuestros viejos que están re aislados".
Germán aclaró que está solo con Sabrina, los otros dos hijos que tienen juntos, León (6) y Beltrán (3), están en su casa. Sincero, contó cómo vive el nacimiento de la beba en plena pandemia: en soledad, pero con alegría.
"Les mandé varias fotos para que la conozcan, pero no es lo mismo".
"Estamos solo nosotros dos sin posibilidad de recibir visitas y eso también es raro para nuestros viejos que están re aislados. ¡Están con una ansiedad de verla!", indicó. ¿Qué hizo para aplacar las ganas de sus seres queridos de conocer a la beba? "Les mandé varias fotos para que la conozcan, pero no es lo mismo", sostuvo.
Antes de cerrar, aclaró que los nenes están en su casa con una señora que los cuida.