Georgina Barbarossa volvió a la televisión tras varios años de ausencia como conductora con A la Barbarossa en las mañanas de Telefe.
El magazine la tiene muy entusiasmada: "Me siento útil a la mañana", le dijo a Ciudad en una charla íntima.
Además, Georgina habló de su familia, el recuerdo de su marido Miguel "Vasco" Lecuna (que fue asesinado en 2001), su paso por MasterChef y, para el final, una nueva sección en la que la conductora respondió sobre las búsquedas que hace el público sobre ella en Google.
"Estábamos en Costa Rica con Marley, no sé qué me dijo y me empecé a reír, me agarró un ataque. Hacía años que no me reía así. Me puse a llorar de la emoción. Creo que habían pasado tres años de la muerte de Vasco".
-¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa en la tele?
-Telefe me ha abierto las puertas para ir a jugar, me da toda la libertad para volver a encontrarme con el público y con otro grupo etáreo que son los niños. Me empezaron a seguir desde MasterChef, inclusive tengo un filtro de Instagram de La Tía Georgina.
-¿Cómo es volver a conducir un magazine en un canal de aire tras tantos años?
-Tengo una felicidad enorme porque me siento útil a la mañana. Es un horario medio que o no te levantás porque no estás bien o tenés que preparar a los chicos para ir al colegio o tenés mate cocido o pan duro para comer y no todos tienen la posibilidad de tener cable u otras plataformas y creo que el canal de aire te acompaña. La gente se levanta o llega a la casa y prende la tele. Es compañía y para mí sentir eso, ese ida y vuelta.
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QUÉ BUSCA LA GENTE EN GOOGLE SOBRE GEORGINA
Ciudad le propuso a Georgina responder algunas preguntas, a modo de ping pong, que los usuarios de Google buscan sobre ella, en una nueva sección que también saldrá en las redes sociales del sitio.
-Acá trajimos algunas preguntas que aparecen en el buscador cuando ponemos tu nombre. Arrancamos: ¿qué edad tenés?
-Tengo 67. ¡Nadie te dice la edad! No tengo problema en decirla, el peso no te lo voy a decir, ja, ja.
-La próxima búsqueda de la gente es: Georgina Barbarossa Telefe.
-Es mi casa. Comencé a trabajar cuando quedaba en la calle Pavón 2444, hace mil años.
-También buscaron tu nombre y la palabra programa.
-¡A la Barbarossa! Mi nuevo programa. Es poder volver a abrir la puerta para ir a jugar.
-La gente en Google también quiere saber si tenés pareja.
-¡Que me empiecen a buscar! Porque por culpa de ustedes, de los medios, estoy soltera.
-Habías contado algo y se pinchó, ¿qué pasó?
-Se me pudrió todo, se asustan. Voy a tener que salir con un biombo para que no me descubran.
"Vasco es el amor de mi vida. Mirá que nos peleábamos muchísimo. Pero porque éramos muy jóvenes. A veces pienso 'por las pavadas que nos peleábamos'. Después (de su asesinato) pude volver a sonreír, a reírme y a ser feliz pero es otra felicidad".
-¿Estás buscando?
-No, buscando no. Nunca busqué. Si aparece, aparece. Pero bueno, les dejo mi Instagram @geobarbarossa.
-Otra de las búsquedas es sobre Flor de Equipo.
-Dejaron todos los horarios por el programa. Todos corren porque quieren estar, me llena de orgullo y amor.
-También preguntan sobre tu marido, Vasco.
-El amor de mi vida. Mirá que nos peleábamos muchísimo. Pero porque éramos muy jóvenes. A veces pienso "por las pavadas que nos peleábamos con Vasco". Pude volver a sonreír, a reírme y a ser feliz pero es otra felicidad.
-Contanos cómo es eso.
-Mirá, todos nosotros, tanto a Lucrecia, la hija mayor de Vasco de su primer matrimonio, que tiene sus hijos y yo soy su "abuela Trucha" como ellos dicen, como a mis hijos Juan y Tomás (mellizos, de 33 años) y a mí, nos cambió la vida. Pensás que nunca más vas a volver a ser feliz o a sonreír. Me apoyaron muchísimo las Madres del Dolor. Y yo pensaba: "si estas mujeres pudieron salir adelante después del horror que les pasó perdiendo a sus hijos", yo tengo que poder también.
-¿Te acordás cuándo te volviste a reír con ganas?
-Me acuerdo que estábamos en Costa Rica con Marley, porque él siempre me invitaba a los viajes y más en esa época en la que yo estaba muy triste. No sé qué me dijo y me empecé a reír, me agarró un ataque. Hacía años que no me reía así. Me puse a llorar de la emoción y le dije "hacía mucho tiempo que no me reía así". Creo que habían pasado tres años. Entonces, después de todo, tenés una alegría diferente porque es una cicatriz de la herida. La cicatriz la vas a tener siempre.
-La última palabra que buscó la gente relacionada con vos es "MasterChef". ¿Qué nos podés decir de esa experiencia?
-Nunca me imaginé que iba a cocinar así. No soy Iliana Calabró que hace 53 tortas. Nunca me imaginé llegar a esas instancias. Y por ejemplo la pastelería es muy complicada. Amo a Betular igual. El tema es el tiempo, me corría el reloj, el horno, 80 cosas. Fue un antes y un después igual. Me permitió jugar, gracias a Santi del Moro que se le ocurrió que me ponga algo en la cabeza y empezamos a divertirnos. Si no me divierto, no puedo trabajar. Llegar a la final y aprender todo lo que aprendí fue increíble. Fue muy emblemático porque fue en plena pandemia. Todavía me sigo hablando con todos. Y conquistar a los más chiquitos fue de lo mejor.