Es uno de los jóvenes actores más emprendedores de su generación. Con tan sólo 23 años, Gastón Soffritti hizo televisión, cine, teatro y debutó como productor, con su propia productora Blackwing: compró los derechos de Sexo con extraños, eligió a Guillermina Valdés para que sea su dupla en escena y salió al ruedo. Pero hoy, lo que tiempo atrás era un sueño a cumplir, está llegado a su final.
El 27 de septiembre, la obra bajará el telón y Soffritti habló con Ciudad.com de su intensa labor arriba y abajo el escenario; su deseo de profundizar en la producción; el amor y la soledad.
-¿Qué significó Sexo con extraños?
-Fue un proyecto increíble, porque pudimos estar seis meses en cartel y cumplir todos los objetivos: nos vino a ver mucha gente, pudimos instalar la obra, estar los tres meses pautados y duplicarlos. Y el año que viene -como productores- la vamos a llevar a España y quizás a otros países de Latinoamérica. En líneas generales, fue muy bueno todo lo que sucedió hasta ahora, y ni hablar lo que sucedió arriba del escenario. Fue un proyecto que me trajo mucha satisfacción.
-Guillermina Valdés dijo que en este tiempo de trabajo construyeron un vínculo de hermanos. Para vos, ¿cómo fue trabajar con ella?
-Utilizo la misma palabra: hermandad, porque fue muy lindo el vínculo que creamos con Guille. Teníamos que estar mucho tiempo juntos arriba del escenario, entonces había que lograr un vínculo cierto para que sea más creíble la obra. Y, la verdad, nunca tuvimos un roce. No existieron.
"Con el paso del tiempo me voy tirando cada vez más para el lado de la producción. Me encanta producir, me genera mucha satisfacción el armado de un producto desde cero hasta el final. Obviamente, yo nací actuando y no voy a dejar de actuar, pero quizás lo haga menos".
-A tu corta edad hiciste muchas cosas: televisión, cine, teatro y producción, ¿cuál es tu nueva meta a alcanzar?
-Con el paso del tiempo me voy tirando cada vez más para el lado de la producción. Me encanta producir, me genera mucha satisfacción el armado de un producto desde cero hasta el final. Obviamente, yo nací actuando y no voy a dejar de actuar, pero quizás lo haga menos. Quizás tenga la suerte de elegir un poco más lo que hago, porque el tiempo que me lleva hacer una tira lo puedo usar para amar mis propios proyectos.
-En TV hiciste Noche y Día, ficción que se vio afectada por el éxito de Las mil y una noches, ¿cómo ves que por momentos se priorice lo extranjero a lo nacional?
-Esto es un negocio y hay un tema de números, de costos: es plata que entra y sale. A veces rinde más poner una lata que un producto nacional; y quizás Noche y Día no tenía el rating suficiente para bancarse lo que el canal necesitaba. Y es una lástima, a mi me encantaría ver el doble de ficción argentina de lo que hay hoy en la televisión. Igualmente, me parece que la tele está mutando y vamos hacia un cambio: Internet se está comiendo el formato de televisión tradicional y aparecieron nuevas plataformas, como Netflix, en donde la gente está más estimulada y hay más oferta. Y si a eso se le suma que tenés la posibilidad de elegir el horario para ver lo que quieras, lo vas a elegir.
-¿Vos cambiaste de pantalla? ¿Cómo consumís la televisión actual y qué mirás?
-Los tiempos de hoy cambiaron la forma de consumo. No es como antes que uno llegaba a un horario específico para ver una ficción. Lo último que recuerdo que la gente se sentó a ver en televisión es Graduados, ¡y medía 30 puntos! Pero creo que después de eso hubo un antes y un después. Yo consumo la televisión en los horarios que tengo libre. Después miro mucho Netflix o uso On Demand para ver algo de Signos (unitario de El Trece), porque en el horario que está no lo pude ver.
"Estoy acostumbrado a la exposición y a los rumores; y lo mejor que puedo hacer es no iluminar absolutamente nada, ni cuando me tiran flores ni cuando dicen cosa que no tienen nada que ver con mi vida… Además, cuando salís a chocar con la prensa es peor porque le das más importancia a lo que se dice".
-Recién mencionabas que estás en los medios desde niño, ¿cómo te llevás con la exposición y los rumores, por ejemplo, sentimentales?
-Ya estoy acostumbrado, y lo mejor que puedo hacer es no iluminar absolutamente nada, ni cuando me tiran flores ni cuando dicen cosa que no tienen nada que ver con mi vida… Además, cuando salís a chocar con la prensa es peor porque le das más importancia a lo que se dice. Actualmente, todo dura un segundo. Lo que es noticia hoy, mañana no lo es. Aparece el Gigoló o aparece otra nota de color y se cambia de tema.
-Pocos meses atrás te separaste de Agustina Cordova, ¿se terminó el amor?
-No se terminó el amor, a Agus la quiero mucho. Separarnos fue una decisión de los dos y tiene que ver con los momentos de cada uno. Siempre trato de terminar bien mis relaciones, porque en el tiempo que estuvimos juntos construimos algo y aprendí un montón de cosas. No podría terminar una relación de un modo tormentoso y, por suerte, nunca me pasó.
-¿Creés en la amistad entre el hombre y la mujer?
-No tengo muchas amigas mujeres. En realidad, tengo una sola y es una amiga del secundario. Es un caso aislado, porque es difícil mantener una amistad entre el hombre y la mujer. Siempre hay algo que se mezcla.
-Saliste con muchas mujeres del medio artístico, ¿renegás de la fama de galán?
-Es cierto que he salido con chicas del medio, pero no reniego con lo que me pasa. Es como siempre digo: se conoce con quién estoy porque soy una persona pública, pero hago lo mismo que puede hacer un pibe de mi edad, con la diferencia que ese pibe está con mujeres desconocidas.
"Con Agustina no se terminó el amor, pero separarnos fue una decisión de los dos. Siempre trato de terminar bien mis relaciones porque en el tiempo que estuvimos juntos construimos algo y aprendí un montón de cosas. No podría terminar una relación de un modo tormentoso y, por suerte, nunca me pasó".
-¿Hoy estás solo? ¿De qué cosas disfrutás cuando no estás en pareja?
-Hoy estoy solo. A mí me gusta mucho estar en pareja, es algo que disfruto. Pero cuando estoy solo les dedico más tiempo a mis amigos. Si antes jugaba una vez por semana al golf, ahora juego dos o tres; me junto a tocar con la banda o pongo mi energía en producir más trabajo. Todo es una cuestión energética y tiene que ver con los momentos.
-¿Sos enamoradizo, te cuesta estar solo?
-Me cuesta estar solo; es algo que laburo mucho. El amor más grande que uno puede tener es a uno mismo. Si uno no está bien solo, no puede estar bien con nadie. Eso hay que trabajarlo para que no se te vuelva en contra en el momento de tener una relación, si no te volvés dependiente, y lo mejor que te puede pasar en esta vida es ser libre, ser independiente, por más que estés en pareja.
-¿Le tenés miedo a la soledad?
-No hay que tenerle miedo a la soledad, pero yo tengo la sensación de que somos tan pequeños en este universo tan gigante, que nos vemos tan chiquitos desde la perspectiva del universo, que nos da miedo. Y cuando tenemos miedo, también está bien respetarlo.
"Me cuesta estar solo, pero si uno no está bien solo, no puede estar bien con nadie. Eso hay que trabajarlo para que no se te vuelva en contra en el momento de tener una relación, si no te volvés dependiente, y lo mejor que te puede pasar en esta vida es ser libre, ser independiente, por más que estés en pareja".
-Cuando uno crece es más consciente de esos miedos. De chico uno se anima más…
-Por eso hay que volver siempre a la niñez, que es lo mejor que existe, porque las formas, la cultura que nos van metiendo en la cabeza y el mundo en que vivimos nos vuelve más mentales y lo mejor es hacer lo que uno siente. En definitiva, nadie tiene la fórmula para hacer las cosas bien o mal.
-Por último, en lo personal, ¿cuál es tu mayor deseo a concretar?
-Todavía soy bastante joven, pero no veo lejana la posibilidad de formar una familia y tener hijos. Me quedan un par de años en los que me quiero dedicar al trabajo, porque ahí está la realización que me va a dar la estabilidad para poder mantener una casa e hijos.