El humor irascible de Antonio Gasalla (78) es una de las características que salen a la luz cada vez que tiene que interactuar con la prensa sobre temas urticantes. Así sucedió una vez más, cuando el notero de Los Ángeles de la Mañana lo encontró en Aeroparque, instantes antes de embarcar rumbo a Mar del Plata, donde haría temporada de teatro con producción de Guillermo Marín.
El asunto espinoso para el artista en esta ocasión fue por su conflictiva desvinculación con Flavio Mendoza, quien a fines de julio blanqueó: "Yo tuve una conversación telefónica con él, y no voy a decir lo que me dijo. Si lo tenía enfrente cuando me lo dijo yo no sé la actitud que hubiera tomado. Fue muy feo, algo doloroso para un padre. Se metió con mi hijo de manera directa, con muy mal gusto".
Entonces, Santiago Riva Roy comenzó su reportaje en plena caminata con Gasalla hacia el área de embarque, irónico desde el inicio luego de que el periodista le consultara si estaba feliz por regresar a trabajar a Mar del Plata: “Uno se pone contento cuando sale al escenario, actúa y hace la obra. Si no, me ponen contento otras cosas. Como estar vivo, sobre todo tanto tiempo, ja”.
-Está muy bien de salud, lo vamos a tener muchos años más.
-De salud, más o menos.
-¿Cómo está?
-Y, después de cierta edad la salud te esquiva.
-No puso el gancho todavía entonces…
-¿Qué es el gancho?
-La firma del contrato para la obra.
-No sé todavía, porque ahora voy a ver bien el teatro y si no me gusta, no firmo.
-Ah, va a chequear. Bien. ¿Cómo quedaron las cosas con Flavio? Él está muy disgustado con usted… Dijo que usted es un desquiciado que le faltó el respeto a su hijo, Dionisio.
-Mirá, no sabía. A mí no me lo dijo.
-Dijo eso.
-Eso lo estás inventando vos, me parece…
-Dijo que usted no se fue de la obra, sino que él decidió que no esté en su obra, y que usted dijo algo horrible de Dionisio, del bebé.
-¿Qué voy a decir?
-No sé, Flavio dice que usted lo dijo en una llamada telefónica que mantuvo con él.
-Y bueno, si él quiere decir eso, que lo diga.
-¿Es mentira?
-Yo no me voy a meter en la vida de los demás.
-¿Pero no se metió con Dionisio ni la forma en que fue concebido? ¿No dijo nada?
-¡¿Cuántas veces me vas a preguntar lo mismo, nena?!
Con esa sulfúrica reacción, Antonio Gasalla dejó al notero a paso redoblado para pasar a la zona de preembarque.