Acostumbrada a ponerse en el cuerpo de varios personajes con los que logró conquistar al público gracias a su talento, Valeria Bertuccelli reconoció que su rol en El cuaderno de Tomy, la película que protagonizó y que está a pocos días de estrenarse en Netflix, no fue fácil.
Así lo expresó ella misma al ser indagada por su flamante trabajo en el que interpretó a María Vázquez y para el que debió cortarse el pelo y perder 7 kilos: “Lo más fuerte de raparme, porque la rapada fue de a poco, fue que la rapada final me miré en el espejo y era mi papá. Vi la cara de él y entendí por qué estaba haciendo esto. Actuar para ponerte en la piel del otro, eso fue lo más fuerte, me vi re parecida a mi viejo. La muerte de mi papá me llevó varios años y está superado, pero extrañar, se extraña siempre”, confesó la actriz en diálogo con Agarrate Catalina, el ciclo que conduce Catalina Dlugi por La Once Diez, sobre su padre que murió de cáncer.
Además, detalló cómo fue su cambió físico para actuar de una mujer que padece cáncer: “Bajé mucho de peso, pero acompañada de médicos. Bajé 7 kilos, que para mí es un montón. Estuve con el médico que realmente la acompañó a Mari, fue quien me fue transmitiendo lo que ella vivió y cómo me tuve que preparar desde lo físico”.
"En la rapada final me miré en el espejo y era mi papá. Vi la cara de él y entendí por qué estaba haciendo esto. Actuar para ponerte en la piel del otro, eso fue lo más fuerte, me vi re parecida a mi viejo".
En cuanto a sus sensaciones en este proceso, Valeria remarcó: “Para todo lo que era la bola de emoción, responsabilidad, la bajada de peso me costó más porque me sentí débil al bajar de peso, la rapada casi que fue lo de menos, me hizo sentirme más ser que persona, ni masculino, ni femenino, un ser en esa situación”.
Por último, la entrevistada dejó relucir su costado más íntimo y se refirió a su pareja, Vicentico: “La verdad es como algo muy increíble lo que me pasó con Gabi. No puedo creer que me haya pasado algo así en la vida, encontrar a alguien que lo ame así. Me pasa que todo lo que hace, cómo piensa, su manera de vivir la vida me da orgullo. Y no estaría a su lado si no lo amara así, es como un regalo, me pasaron cosas tristes y unas muy geniales. Y dentro las geniales es haberlo conocido a él”.