Con la mezcla de entusiasmo y ansiedad que lo caracterizan, El Polaco (32) se sentó en el diván de Cortá por Lozano para hacer el juego de ser psicoanalizado por Verónica Lozano. Así fue que con una sonrisa orgullosa sorprendió a la psicóloga: “Hace un mes empecé a hacer terapia. Nunca había hecho”.
Ante la curiosidad de la conductora, el cantante contó que el profesional “es hombre” y que se lo recomendó "alguien". Luego, más relajado explicó: “Otras veces vi psicólogos, pero es como que hay que pegar onda, tiene que ser una relación. Y la mejor con este psicólogo, pegué onda y llevo un mes, estoy yendo dos veces por semana. Me gustó y me está haciendo bien”.
“La vida hay que vivirla y si uno se mandó macanas, tuvo una infancia jodida o no tuvo un ejemplo de vida hay que buscar la forma de cambiar y reparar de a poco, más que pedir perdón".
Celoso de su intimidad, El Polaco se negó a detallar qué temas habló con el licenciado porque eran “cosas muy serias”, aunque admitió que son tópicos "desde chico hasta ahora". Más tarde, destacó el prejuicio que debió superar: “En mi familia son muy cristianos, y hay mucha gente que piensa que con el tema de la Iglesia uno ya se cura al ciento por ciento. Es un tema que hablé con mi vieja. Porque los médicos también existen gracias a Dios. Más allá de acompañarlo con la fuerza de voluntad y querer meterse dentro de uno, más la ayuda espiritual, que haya un psicólogo está bueno”.
En este contexto de introspección, El Polaco reflexionó: “La vida hay que vivirla y si uno se mandó macanas, tuvo una infancia jodida o no tuvo un ejemplo de vida, hay que buscar la forma de cambiar y reparar de a poco, más que pedir perdón. Perdón es una palabra. Es todo un día a día y tratar de hacer las cosas de corazón”.
“A veces el perdón o la disculpa no alcanza. El tema es ponerse en el lugar de la otra persona, sentir un poquito las cagadas que me mandé, o sentirme un poco ella (Karina) en ese momento y tratar de reparar (lo que hice)”.
Ahí fue que Vero Lozano le preguntó si se le había ofrecido disculpas a La Princesita (33), y El Polaco concluyó autocrítico sobre su relación con la madre de Sol (11): “Muchas veces le pedí perdón, porque yo era muy chico. Pero a veces el perdón o la disculpa no alcanza. El tema es ponerse en el lugar de la otra persona, sentir un poquito las cagadas que me mandé, o sentirme un poco ella (Karina) en ese momento y tratar de reparar (lo que hice). Acá estoy, teniendo mi corazón para lo que sea. Ojo, no es excusa que haya sido chico, pero es lo que siento. Cuando tenía 19 años era un nene y creo que recién empecé a madurar, a darle importancia a las cosas a los 26 años, antes me chupaba un...” .