La historia de Karina Gao, influencer y cocinera en Flor de equipo (Telefe), conmovió a todos. Es que a pesar de haber estado internada por covid y de haber sido inducida al coma farmacológico estando embarazada, por una complicación en su cuadro de salud, siempre se mostró positiva y cerca de sus fanáticos.
Ya recuperada, la cocinera se mostró agradecida por este pleno presente tras un momento tan complicado. Muy reflexiva, compartió en Instagram su historia de vida y rememoró sus primeros pasos en la Argentina.
"Cuando recién había llegado a la Argentina, los primeros meses mi papá arrancó trabajando de albañil, electricista, arregla tutti... Trabajaba de cualquier changa que conseguía. Hasta que consiguió un trabajo fijo como repositor en el supermercado de un señor de la comunidad. Un día, para su sorpresa, llevando un pedido a una señora mayor hasta su casa, le dio $1 de propina. En ese momento, 1993, $1 era 3 veces el boleto del colectivo; podías comprar 3 kilos de papas blancas (5 kilos de papas negras) y muchas cosas", relató.
Y añadió: "A la noche llegó a casa y a escondidas me dio una bolsa con 5 bombones. Lo hizo a escondidas para que mi mamá no lo retara por no haberlo ahorrado. Abrí uno con mucho cuidado, lo comí lentamente para poder saborearlo lo más posible, y creo que no me comía el envoltorio porque no se podía. Tenía una sonrisa de punta a punta. Era, y creo que cada vez que recuerde es, unos de los momentos más felices de mi vida".
En contraposición, contó cómo es su vida actualmente y remarcó la importancia de encontrar felicidad en los detalles. "Más grande y con más recursos, cada vez la felicidad era más costosa: un celular, un viaje, ropa, cosas banales... Y uno empieza a perderse en el mundo material, empieza a olvidar un poco de esas pequeñas cosas de la vida que te dan felicidad inmensa", afirmó.
Antes de despedirse, se refirió a su internación y a su nueva perspectiva de las cosas tras haber enfrentado el coronavirus. "Pero por esas cosas del destino, la vida me dio una patada o una llamada de atención. Y hoy me hizo sentir nuevamente la simpleza de la felicidad. Hoy la felicidad es el despertar de cada mañana, abrazar a mis seres queridos, reír, llorar, comer un budín de chocolate sin ahogarme.... La felicidad es simplemente respirar", cerró.
Sobre su bebé en camino, había contado feliz: "¡Estamos muy bien! Bebu está creciendo como corresponde a su semana gestacional. ¡Yo también estoy muy bien! Recuperándome, pero muy bien”.
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