"El estudio se desarrolló con total normalidad hasta el minuto 5. Fue entonces que la Dra. Puente le advirtió al Dr. Bialolenkier que la paciente presentaba una caída brusca en la saturación de oxígeno. Dicho alerta llevó a la inmediata suspensión del procedimiento. Lo que sobrevino fue abrupto y fatal".
"Hemos hecho lo que seguramente Débora hubiese hecho si tenía que actuar por alguno de nosotros. No tenemos rencores, ni deseos de venganza. Lo único que queremos saber es la verdad", relató -conmovedoramente- Enrique Sacco, periodista deportivo y pareja de Débora durante sus últimos 6 años de vida, explicitando el camino abierto en la Justicia, de parte de la familia, para lograr entender efectivamente qué ocurrió.
"En apenas un instante Débora literalmente se infló –producto del enfisema subcutáneo– e hizo un paro cardiorrespiratorio del cual no pudo ser reanimada".
Nelson Castro, quien fuera colega de Pérez Volpin y además un entendido en medicina (está recibido de médico, especialista en neurología), relató en diario Perfil las primeras conclusiones sobre el caso que hoy tiene en vilo al país. "Durante la endoscopía le perforaron esófago y estómago, generando un enfisema subcutáneo que la mató en instantes", describió crudamente en su columna, que tituló Morir por error. Nelson detalló también que la legisladora tenía un turno programado para una endoscopía en otra fecha, pero debido a los dolores abdominales que había experimentado las últimas horas, decidió cancelarlo y adelantar su consulta por guardia en la clínica de Palermo. Según el especialista en salud, el riesgo de este tipo de studio de diagnóstico es bajísimo, en un rango que va del 0,006% al 0,6%.
Qué le pasó a Débora
El periodista describió con lujo de detalles cuál parece haber sido el error médico que devino en la muerte de Pérez Volpin. "Ella entró en buen estado de salud", confirmó. Y explicitó: "El endoscopista fue el Dr. Diego Ariel Bialolenkier y la anestesista fue la Dra. Nélida Inés Puente. El estudio se desarrolló con total normalidad hasta el minuto 5. Fue entonces que la Dra. Puente le advirtió al Dr. Bialolenkier que la paciente presentaba una caída brusca en la saturación de oxígeno. Dicho alerta llevó a la inmediata suspensión del procedimiento. Lo que sobrevino fue abrupto y fatal. En apenas un instante Débora literalmente se infló –producto del enfisema subcutáneo– e hizo un paro cardiorrespiratorio del cual no pudo ser reanimada. La perforación esofágica fue grave y determinante para el deceso, ya que en medio de la insuflación hizo que pasara aire a presión desde el esófago al tórax".
Aún restan conocerse los resultados de la anatomía patológica que confirmaría esta hipótesis, la más fuerte que se maneja en las últimas horas. Saber la verdad, acaso el primer paso para entender una ausencia que hoy todavía parece incomprensible.