En 2012, año en el que Calu Rivero (30) logró renombre como actriz por su personaje en Dulce Amor, sorprendió la sorpresiva desvinculación laboral de la joven, quien luego manifestó haber sufrido situaciones de incomodidad con su entonces galán, Juan Darthés (53).
Cinco años después, Calu se animó a hablar directamente de "acoso" en Agarrate Catalina, por La Once Diez. "En su momento, lo que yo desmentí fue lo de abuso sexual. Pero fui parte de un acoso. Por eso todo mi apoyo a las personas y las actrices que lo sufrieron... Lo viví en carne propia. Tres años me alejé de la actuación por eso", aseguró Rivero. Después de eso Darthés la llevó a la Justicia para que se retracte.
En medio del litigio legal y tras una audiencia en la que no se pusieron de acuerdo, Calu publicó una fuerte carta en Twitter en la que narró en primera persona lo que vivió con el actor en Dulce Amor.
El duro descargo de Calu Rivero:
Después de cinco años tomé coraje y hablé. Estoy aliviada y orgullosa de haberlo hecho, de sacarme este malestar insoportable del cuerpo. Cinco años de silencio por miedo a ser tomada por la chica problemática en el contexto que más amo: el actoral.
Cinco años de silencio por no estar preparada para enfrentar la catarata de agravios que recibe quien pone en evidencia la conducta inapropiada de un galán, padre de familia, felizmente casado.
Cinco años viendo como algunos medios confundía a Calu persona con Natasha personaje, esa impulsiva, buscona, jugada, que no le importaba nada, que me tocó interpretar.
El mundo nunca estuvo mejor preparado como actualmente para hablar de estos temas y como le dije a Catalina Dlugi ante su pregunta, a mí nadie me lo tiene que contar.
Cinco años sin poder decir lo que sentí, ni cuánto me dolió y marcó, y eso que tuve y tengo a un excelente terapeuta. A veces no necesitás una mano tapándote la boca o una pistola en la cabeza amenazándote para sentir que se acaba el mundo. Más aún, cuando dicha persona pide en los medios que me retracte y que le pida disculpas públicas porque si no me demandará por daños y perjuicios.
Dos días después de decir #AmíMePasó, recibí una citación a una audiencia de mediación. Si yo, que conozco buenos abogados, sentí incomodidad, temor y la angustia y el desagrado de revivir todo lo que pasó, me imagino lo que tienen que atravesar aquellas mujeres que tienen que dar estos pasos solas, al luchar contra los prejuicios y el machismo sin una espalda donde apoyaser para confiar. O peor aún, nunca darlos. Tuve a mi abogado que me salió a defender, pero ¿y ellas, las que no tienen esta posibilidad? Me angustia pensar en eso.
Decidí cambiar mi pasaje y quedarme para encontrármelo cara a cara. Siempre necesité lo mismo: que me mirara a los ojos y me dijera 'Perdón, Calu, me equivoqué, no sé qué me pasó' o lo que sea que le salga y que pueda comprenderse como una disculpa. De su parte nunca hubo escucha, sensibilidad y receptividad ante mis insistentes reclamos de que #NOesNO.
No puedo contar nada de lo que se habló en la mediación, pero no hubo acuerdo, tal como lo ventilaron otros.
A Intrusos, en mi lugar fue mi abogado y contó toda mi verdad, todo lo que viví: las razones reales de por qué me fui de la tira en su momento de mayor éxito (y también el mío). Y cuánto de dolió irme callada, sentirme desamparada, abrumada por las críticas que recibí por mi decisión.
Hoy vuelven a desfilar por algunos programas diciendo cosas ofensivas hacia mi persona. Se hacen encuentras para averiguar a quien le creen los televidentes. En los mismos canales hoy se habla de las mismas cosas: 'Es una pendeja, se confundió, quiere fama, es complicada, se quiere colgar de lo que pasa en Hollywood'. Portales de entretenimiento sacan notas diciendo 'Perdió campañas, hace ferias y escucha ofertas'... Me pregunto: ¿cuántas cosas más me quedan por leer y escuchar aún?
Estoy más fuerte y más consciente que nunca. Hoy puedo pararme distinto frente a mi vida. Pienso en tener hijos y que ellos puedan ver cómo actué ante esta situación. Que me vean digna y fuerte. Defendiéndome y luchando.
La verdad es poderosa porque sana. La verdad aparece solo si nos atrevemos a decirla. Ya lo hice. Ya no me callo más.