El primer festejo del Día de la Madre siempre es especial, y mucho más en el caso de Floppy Tesouro (30) y Rodrigo Fernández Prieto (39), quienes resumen en Moorea casi toda su historia de amor. Sucede que la bellísima actriz y el próspero empresario iniciaron su romance en noviembre de 2015, formalizado en diciembre, y a los pocos días se dio la concepción de la niña, quien nació el 8 de septiembre con un peso de 2,840 Kg y una estatura de 48 centímetros.
"Toda la vida soñé con ser mamá de una nena. Pero también trato de ser mamá y mujer, porque no me olvido que con Rodrigo tenemos una pareja y somos jóvenes”.
Feliz por su maternidad, Floppy suele compartir imágenes en Instagram junto a su bebita, y en ocasiones también el padre de la nena se anima a posar para la foto. “Cuando Moorea estaba ya casi nacida, pude sentarme y sacarla con mis propias manos ¡Fue increíble!”, reveló la diosa a la revista .
Multifacética, Tesouro se divide en los roles de madraza y femme fatale: “Es una bomba, la nena más linda del mundo. Pero además es una santa, una beba muy buena, feliz y con mucha paz.Y me encanta ser mamá full time. No quiero perderme un minuto suyo. Toda la vida soñé con ser mamá de una nena. Pero también trato de ser mamá y mujer, porque no me olvido que con Rodrigo tenemos una pareja y somos jóvenes”.
"Rodri me pidió matrimonio en Punta del Este antes de enterarnos que íbamos a ser papás. Es algo que teníamos ganas de hacer más allá de la llegada de Moorea. Y ahora ella nos alienta aún más a dar ese paso. En realidad yo siento que ya somos una familia, más allá de que lo avale un matrimonio. Siento que el casamiento va a ser un festejo de nuestro amor. Así que estamos organizando todo, porque con el embarazo hicimos una pausa. La idea es casarnos en marzo o abril de 2017. La llegada de Moorea terminó de cerrar esta historia y después vendrá el hermanito”.
Además, Floppy Tesouro no pierde de vista el pasado y el futuro de su relación: “Estamos muy enamorados, pero también tenemos que pensar que el mes que viene cumplimos un año juntos (risas) Fue todo de golpe, pero la verdad es que fluyó con tanto amor que no hay dudas. Nos conocemos hace ocho años y eso influye. Yo estoy tranquila con el papá de mi hija y mi futuro marido; y él lo mismo. Hay una confianza, después de ser amigos, que nace del corazón. Estamos aprendiendo juntos. Ser mamá no es un rol fácil”.
Así, para ser una familia ante la ley, Floppy expresó su deseo de casarse: “Rodri me pidió matrimonio en Punta del Este, antes de enterarnos que íbamos a ser papás. Es algo que teníamos ganas de hacer más allá de la llegada de Moorea. Y ahora ella nos alienta aún más a dar ese paso. En realidad yo siento que ya somos una familia, más allá de que lo avale un matrimonio. Siento que el casamiento va a ser un festejo de nuestro amor. Así que estamos organizando todo, porque con el embarazo hicimos una pausa. La idea es casarnos en marzo o abril de 2017. La llegada de Moorea terminó de cerrar esta historia y después vendrá el hermanito”.
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