Flavio Azzaro suele hacer gala de su desparpajo en los ciclos de radio y TV de los que forma parte y pareciera que suele decir todo lo que le pasa por su mente en las innumerables discusiones de las que participa. Pero lo cierto es que el periodista sufrió una depresión que lo tuvo a mal traer durante mucho tiempo y en Vino para vos contó que recién pudo salir adelante con ayuda de un profesional.
Frente a Tomás Dente, el panelista de Polémica en el bar contó que en 2013 recibió las primeras señales de un cuadro que él identificó como una “depresión, angustia o ataques de pánico” que se terminó extendiendo “por años”. Con lágrimas en los ojos, el periodista contó que buscó ayuda profesional y destacó que no entendió en ese momento por qué no lo había hecho antes; y aunque todo parecía ir bien, el bienestar no duró tiempo.
“Yo le diría a la gente que no esperen a estar mal para ir al psicólogo. Que cuando sientan una luz de alerta de algo que no te hace bien, que vayas y lo hables”, aconsejó. “La primera vez yo no hice la terapia como la tenía que hacer y a los tres o cuatro años me volvió a pasar. Y ahí me senté conmigo mismo, y me dije: ‘Loco, pará. Esto lo tenemos que solucionar’”, señaló.
“Por mi personalidad, yo podía estar al lado tuyo, haciendo el programa o tomando una cerveza, y por dentro estaba hecho mierda, pero la gente no se daba cuenta. (…) Se ve que tengo una especie de cascarón o instinto de conservación que hacía que yo siga para adelante así que en el 2018 hice la terapia como corresponde y tomar la medicación que me correspondía”, agregó.
Azzaro contó que ante la oportunidad más importante de su vida como fue la cobertura del Mundial de Rusia 2018, se llenó de temores. “Yo no quería ir a Rusia. ¿Qué iba a hacer allá lejos de mi vieja, de mi psicólogo, de mi papá, de mi gente? ¿Qué voy a hacer? (…) Pero lo pude manejar y hoy me considero un tipo que maneja mejor algunas situaciones”, recordó.
“La verdad es que los ataques de pánico y la depresión son una mierda. Hay que tratarla a tiempo y ponerle huevos y ovarios y bancarse que te toquen, que te metan el dedo. La cabeza es muy turra, cuando creés que estás bien, estás siendo reticente, y te escapás. Hay que seguir porque es la manera, y hoy por hoy los fantasmas no son tales y estoy mejor”, concluyó Flavio Azzaro.