La estrategia de defensa de los rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa (19), desplegada por el abogado Hugo Tomei, hasta el momento se basó en negarse a declarar ante la Justicia y denunciar penalmente a la fiscal Verónica Zamboni. Entre los argumentos esgrimidos por los ocho imputados como “coautores” está que están privados de la libertad y no saben de qué se los acusa puntualmente a cada uno, sumado a supuestos errores procesales.
Ante esta situación, Fernando Burlando, el letrado que representa a la familia Báez Sosa afirmó en una nota con Telenoche: “No hay motivos para que se decrete ningún tipo de nulidad, y de ser así tampoco generaría ningún tipo de libertad. De alguna manera ya lo ha expresado el juez de garantías, que es quien resuelve este tipo de situaciones. En esta instancia del proceso todo se puede solucionar de alguna manera”. Irónico, luego afirmó: “También se debería denunciar al abogado defensor de los rugbiers por ser cómplice de la fiscal, porque estuvo presente en todo momento de esos actos y rubricó las actas. Esta es una investigación judicial muy sólida”.
“Planearon una matanza de estas características, se querían llevar como trofeo la vida de una persona. Son circunstancias que están probadas con prueba incuestionable y categórica".
Luego, Burlando reflexionó sobre la marcha de la causa y de cómo podría mutar la calificación, para agravar la pena que podría llevar a la reclusión perpetua a los autores del asesinato: “A medida que vamos avanzando en los pormenores de la investigación nos damos cuenta de que se confirman ciertos extremos. Hoy con lo que tenemos de audios ya podemos hablar también de la alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, que son dos calificantes al homicidio simple, podríamos estar hablando de homicidio por placer”.
“Planearon una matanza de estas características, se querían llevar como trofeo la vida de una persona. Son circunstancias que están probadas con prueba incuestionable y categórica. Después de cometer el hecho empiezan a lavarse las manchas de sangre del recién asesinado Fernando con su boca para tratar de eludir la acción de la justicia; se se fueron a comer; se reunieron en una casa y empezaron a tomarse selfies con gesticulaciones que tenían que ver con el triunfo, la diversión y el goce. Luego, empezaron a hablar y en esos audios claramente se nota que disfrutaron lo que hicieron. Finalmente, está la previa que organizaban era para ese mismo día a la noche. Son muchos los elementos que insinúan un placer en la matanza. Incluso, en los audios se habla de la circunstancia de goce en la matanza, por cómo hablan, el intercambio comunicacional que tuvieron”, se explayó.
"Son muchos los elementos que insinúan un placer en la matanza. Incluso, en los audios se habla de la circunstancia de goce en la matanza, por cómo hablan, el intercambio comunicacional que tuvieron”.
Al final, Fernando Burlando descartó que la incorporación de Pipo (17), el supuesto partícipe número 11, pueda obstaculizar el juicio por el hecho de ser menor de edad: “Si hubiera un menor de por medio como imputado, seguramente la causa se desdoble. Puede ser que aparezca un juez de garantías y un fiscal de menores. Pero esto no va a entorpecer nada. Se informa como que esto podría detener el trámite de la investigación, pero son los mismos tiempos”.
Hasta ahora, la fiscal Verónica Zamboni acusó a Lucas Pertossi de "homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" junto a Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Enzo Comelli (19) y Blas Cinalli (18). En tanto que Zamboni imputó a Alejo Milanesi (19) y Juan Pedro Guarino (19) como “partícipes necesarios” del crimen de Fernando Báez Sosa. De todas formas, es el juez David Mancinelli quien debe confirmar los cargos.