Este miércoles se realizó la tercera audiencia en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa y en esta jornada le tocó el turno de declarar a Alejandro "Chiqui" Muñoz, jefe de seguridad del boliche The Brique, donde comenzó la disputa entre los rugbiers y el grupo del joven, que continuó en la calle.
Desde la periferia del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 Dolores, la cronista Paula Berdini relató que el hombre, de grandes proporciones físicas y 130 kilogramos de peso, señaló que a él “le costó sacar a Máximo Thomsen del boliche” por el grado de furia que lo dominaba.
“El hombre decía que no lo pudo sacar a Máximo Thomsen del boliche porque era tal la furia que tenía que tuvo que pedir ayuda”, dijo Paula, que observó que, en la actualidad, Thomsen no aparenta la fuerza que tenía en ese momento por estos tres años en prisión.
EL JEFE DE SEGURIDAD DEL BOLICHE LE BRIQUE SE CONMOVIÓ HASTA LAS LÁGRIMAS AL DAR SU TESTIMONIO SOBRE LA MUERTE DE FERNANDO BÁEZ SOSA
La cronista señaló que “el patovica salió llorando, literalmente” después de dar su declaración. “Se le caían las lágrimas, no solo cuando vio a Graciela y a Silvino, se abrazó y se emocionó, sino en su declaración, cuando dijo que nunca vio a una persona recibir tantas patadas”, agregó.
La cronista explicó que cuando le preguntaron por qué no salió en auxilio de Fernando mientras era golpeados por Thomsen, los hermanos Pertossi y el resto de los rugbiers, el hombre señaló que su trabajo le impide cruzar la línea municipal del boliche.
“En un momento, él se debatió entre lo profesional y lo personal porque dijo que los patovicas no son la ley, sino que solo tienen autoridad en el boliche privado al que pertenecen y solo tienen potestad para echar a una persona, no golpearla. Pueden separar, pero él pensaba si podía hacerlo en la vereda de enfrente, y esos segundos que dudó fueron vitales para Fernando porque nadie pudo acercarse a defenderlo”, agregó.
Además, el patovica recordó que al rugbier que sí vio pegarle patadas a Báez Sosa fue Matías Benicelli, al que reconoció por el rodete que usaba en su cabello.