Las fotos de Fede Bal con una desconocida morocha en un boliche circularon con un velocidad tan sorprendente que sorprendieron hasta al mismo protagonista de la noticia. El actor se mostró decepcionado y desolado por lo sucedido, luego que la joven, una abogada de 30 años llamada Milu Magriani, filtrara las imágenes.
“Fui a bailar y la conocí donde estaba bailando en un boliche de la Costanera. Se acerca en un contexto de buena onda. Me pide una foto. Se la doy. Yo agarré su teléfono y nos sacamos una foto”, comenzó Fede, en Siempre Show, de lunes a viernes a las 20, en la pantalla de Ciudad Magazine.
“Hablamos cinco minutos y como vi que había una buena conexión yo agarré y le dije: ‘mirá acá en el boliche no sé si da hacer mucho, trato de cuidarme de algunas cuestiones...’ y le dije ‘mejor almorcemos mañana’, era mucho más maduro, adulto”, continuó.
“Nos encontramos el domingo en el restaurante de mi amigo el Zorrito. Un día soleado, bien. Yo súper confiado porque a simple vista parecía una chica súper humilde, que no le gustaba esto”, agregó Bal.
Luego, Fede habló del costado menos feliz de la fama. “Menos mal que no pasó nada, porque en 24 horas me di cuenta cómo son las cosas. Tuvimos una linda charla y cuando llego al ensayo, a las horas, empiezo a ver en Twitter… ¿Qué pasó? ¿Por qué? ¡Qué triste! Es triste. Te vuelve solitario. Es el lado B de la fama”, aseguró.
“No podés salir con nadie porque no tenés la confianza de que alguien realmente quiere salir con vos. Tal vez ella quería salir conmigo, pero terminó cayendo en el jueguito de un periodista y mandó un audio”, concluyó.