A fines del 2020, las dos décadas de amor de Ximena Capristo y Gustavo Conti tambalearon fuertemente luego de que la actriz le encontrara a su marido mensajes comprometedores con otra mujer. Dolida y enojada, Ximena le pidió a Gustavo que deje la casa familiar en la que convivían con su hijo, Félix. Sin embargo, el amor pudo más y la pareja prontamente se reconcilió.
Apostando a la pareja, y tras la negativa del actor de abrir el vínculo e incursionar en el poliamor, Ximena visitó El Club de las Divorciadas junto a Conti, y sorprendió al contar su nueva iniciativa para evitar explosivas crisis con Conti.
"Cuando nosotros estuvimos viviendo en casas separadas, nos llevábamos mucho mejor. Realmente, yo le dije '¿por qué no probamos con habitaciones separadas?'. La primera noche él no quiso. Ayer terminó durmiendo en el sillón. No tenemos otra habitación acondicionada para que él pueda irse. Yo no lo mandé. Él escogió irse”, disparó la actriz, sin filtro.
"Cuando nosotros estuvimos viviendo en casas separadas, nos llevábamos mucho mejor. Realmente, yo le dije '¿por qué no probamos con habitaciones separadas?'. La primera noche él no quiso. Ayer durmió en el sillón".
Poco convencido con el plan de su esposa, Gustavo acotó: "No me quedó otra, no tuve opción". Y Ximena Capristo aclaró que la decisión de tener cuartos separados no está asociada al plano sexual, en el que se llevan perfecto. "El sexo es un camino diferente. En el sexo no tenemos ningún tipo de problema. Estamos joya. Tenemos un promedio de una pareja que lleva junta 20 años, de 2, 3 veces por semana".