Chef privado, masajes, gimnasio y habitaciones de lujo con vista a la playa son sólo algunos de los amenities de la clínica de Connecticut que Kit Harington eligió para su “retiro de bienestar”, luego del final de Game of Thrones, que lo dejó sumido en un cuadro de estrés y angustia.
El exclusivo centro, que cuesta 120.000 euros al mes y en el que en febrero estuvo internada Selena Gómez, cuenta con un equipo de psicólogos, psiquiatras, entrenadores y terapeutas alternativos que ofrece completa disposición de los sólo tres pacientes que admite a la vez.
Según trascendió, Jon Snow se habría sometido a un tratamiento similar al que realizó la cantante, la “terapia DBT”, que a través de la meditación, la práctica de pilates y una dieta saludable, apunta a transformar los patrones de pensamiento negativo y los comportamientos destructivos en resultados positivos.
El actor británico le había reconocido a la revista Variety que el papel que lo hizo famoso también lo llevó a terapia. “Cuando te conviertes en el protagonista de una de las series más importantes, el enfoque es jodidamente aterrador. Tienes gente preguntándote por la calle ‘¿Estás muerto?’, y al mismo tiempo tienes que guardar las apariencias. Todas tus manías, y yo soy muy maniático, aumentan”, confesó.
Ciudad