Hace más de un año que Eva Bargiela (22) trabaja como "azafata" de Guido Kaczka en las distintas versiones de A todo o nada, y mantiene sus semanas con ocupación full full en Buenos Aires. Pero los fines de semana, por el verano al menos, ella viaja a la costa para hacer presencias, desfiles y campañas. En especial, a Pinamar, donde también está su familia de vacaciones. Se sabe y se ve: Eva es diosa de pies a cabeza. Pero no es por eso que esta bomba de perfectos 90-60-90 y 1,75 metros de altura saltó a la fama, sino por su resonante noviazgo con el diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Facundo Moyano (32). Con perfil bajo, además, ella se bancó los rumores de romance del dirigente del Frente Ronovador con la mismísima Susana Giménez (72).
Si bien trabaja como modelo desde los 14 años, y comenzó nada menos que bajo el ala de Ricardo Piñeiro, Bargiela además se graduó con sólo 22 años como licenciada en Marketing. Súper locuaz, habló con Ciudad.com durante sus vacaciones en Pinamar.
-Vamos al grano...
-Dale, jaja.
-¿Por qué tardaron tanto tiempo en blanquear el noviazgo?
-¡Nunca blanqueamos nada porque nunca escondimos nada! Somos dos personas normales y nunca sentimos que había que blanqueárselo a alguien, más allá de nuestros amigos, la familia y esas personas. Desde el primer momento en que empezamos a salir, siempre hicimos vida normal, salimos a lugares comunes, nunca fue un secreto. Pasa que dicen que "blanqueamos" por el hecho de que nos sacaron fotos.
-¿Cómo conociste al diputado Moyano?
-¡Yo ni sabía quién era cuando lo conocí, no lo tenía ni de cara! Fuimos a cenar una noche con amigos, en grupo. Ahí me dijeron que iba a venir Facundo Moyano y lo primero que dije fue "qué aburrido", porque me sonaba que era político. Pensé que era viejo. Pero cuando llegó, dije "¡qué fachero!". Buena onda, pero nada. Esto habrá sido a comienzos de 2016… Buena onda en la cena, hablamos, pero como amigos.
-¿Cómo siguió el coqueteo?
-Después, pasó un tiempo… hasta que empezamos a salir formalmente por septiembre de 2016. A mi me dijeron que el encuentro en la cena fue de casualidad, así que me quedo con eso.
-¿Te trajo más trabajo el ser más conocida por tu noviazgo con Facundo Moyano?
-No, la verdad que no. Al trabajar hace tanto tiempo, ya conocía a muchos productores. Además, tampoco quise sacar provecho de eso, no me gustaría ser conocida por ser “la novia de”. Entonces, todas las veces que me llamaron de todo tipo de programas y revistas por el tema de Susana Giménez con Facundo, preferí mantenerme al margen. Tal vez, si hubiese accedido a eso, sí me hubiera traído más trabajo. A mí me sirve que me conozcan, pero no voy a salir a hablar o decir algo polémico. Prefiero que me conozcan por mi trabajo.
-¿Te ves casada y con hijos a futuro?
-Sí, obvio. Vengo de una familia tradicional y quiero una familia tradicional. Me gustaría casarme, tener hijos, irme de vacaciones con mi propia familia, esas cosas. Como es mi familia, en realidad, que disfrutamos del asado que mi papá hace los domingos. Me gustaría hacer lo mismo.
-¿Sos celosos de Facundo? El está considerado de los más buen mozo de la Cámara de Diputados
-¡Soy muy celosa! Pero ojo, con Facu nos celamos lo normal. Él tiene su trabajo y yo el mío, desconfiaría de que me estuvieran encima. Además mi trabajo, no sé por qué, tiene muy mala prensa. Yo nunca tuve una situación incómoda en un casting, ni nunca un productor me tiró onda, pero sé que todos dicen que es un ambiente raro. Entonces si mi pareja estuviera dudando de mí, me molestaría; por eso trato de no molestar con el trabajo de los demás.
-¿Ya abandonaste tu Moreno natal?
-Viví en Moreno hasta el año pasado. Estudié en la UADE y me la pasé viajando como loca, porque me despertaba a las 5.30 de la mañana, iba en combi, me llevaba un bolso por si tenía castings... No podía ir a la facultad con la misma ropa que al casting, pero en 2016 decidí mudarme a capital. Me dio un poco de miedo porque estaba re acostumbrada a vivir con mi familia y en la semana los súper extraño, soy re familiera. Ahora vivo sola, soy tan desordenada que no podría vivir con otra persona, por ahora.
-¿No viajabas en el tren Sarmiento?
-No, la verdad que no. No era lo que más me gustaba. Hacía calor… Gracias a Dios, no lo necesité. Tuve la suerte de que con mi trabajo y el apoyo de mi familia siempre me pude pagar transportes mejores y no tuve que recurrir al Sarmiento. Lo he tomado un par de veces...
-Tomaste bastante protagonismo al lado de Guido en el programa…
-Sí, es que Guido es muy generoso con Sofía Fernández y conmigo, nos da bastante participación a las dos. La verdad que eso lo valoro mucho, porque nuestro rol es ser la secretaria, asistirlo a él y a los participantes. Entonces, lo valoro bastante desde ese lugar porque la gente nos empieza a conocer y, a nosotras, cuanto más nos conozcan, es mejor. Además, con Sofi somos súper amigas.
-¿Se te tiran muchos participantes de A todo o nada?
-Pasa que yo, cuando era “el programa del chape”, estaba encargada de las chicas, y no se cruzaban. Sofi estaba con los chicos. En el programa no pasaba nada, más allá de alguno que susurraba que era linda. Ahora, después del programa me caían muchos mensajes por Instagram, pero con Sofi nunca contestamos nada porque era un programa de parejas, no podíamos ponernos a charlar con los chicos que iban a buscar pareja.
-¿Te llegaron mensajes de actores, futbolistas o famosos a tu buzón?
-Llegan muchísimos mensajes, pero ni los miro, no les presto atención. Mandan de todos los rubros, pero prefiero no contestar, porque me parece que el que encara por Instagram, así como me mandó a mí, le mandó lo mismo a 20 otras chicas más. No le doy importancia. Sólo miro los mensajes de mis contactos, a veces miro los otros en el caso de que pueda llegar a ser alguna propuesta laboral, alguna marca, pero soy bastante reservada. A mí me gusta conocer a la gente de forma convencional, cara a cara, a través de amigos y en la vida real. No me gustaría conocer a alguien por internet.
-¿Tenés algún secreto para cuidar tu cuerpo?
-No, la verdad que no. Como bastante sano por una cuestión de salud, no es que me mato; me doy los gustos y me tomo un helado cuando me dan ganas. Además, hago entrenamiento funcional, que está bueno porque una tonifica sin tanto peso porque es muy aeróbico.
(Fotos: GM Press - Ciudad.com)