Pronunciará la palabra “agradecimiento” en varias ocasiones: cuando Esteban Lamothe hable de ser parte de la próxima tira de eltrece, La 1-5/18, al referirse al tiempo que comparte con su hijo, Luis (8), y cuando mencione a su escuela de campo en su ciudad natal, Ameghino, provincia de Buenos Aires.
El actor charló en exclusiva con Ciudad sobre este tiempo de “nueva normalidad” que vino con la pandemia del coronavirus, en el que volverá a la televisión el lunes 20 a las 22 hs. en el rol de un “cura villero” en una tradición de “hombres de Dios” de ficción que va desde el Ladislao de Camila al Padre Coraje de Facundo Arana.
Así Esteban cuenta su desconocida faceta como hombre de fe, el motivo por el que reivindica la educación pública, cómo es su relación con su expareja, Julieta Zylberberg y el reto que fue la cuarentena para parejas como la suya con Katia Szechtman. De memes, cuentos infantiles, canjes y bótox.
-¿En qué momento de tu vida llega este papel en La 1-5/18?
-Llega en un momento donde mi deseo de hacer novelas estaba totalmente renovado. Después de Las Estrellas y de Campanas en la noche un poco me había cansado de ese tipo de relatos, de grabar tanto. La pandemia hizo que vuelva a tener muchas ganas de hacer esto y de hacer una telenovela, que no había hecho nunca algo así de género melodramático. Una telenovela como las de antes, con un cura que tiene que elegir entre Dios y una mujer, con esas dos fuerzas tironeándolo todo el tiempo. Tenía muchas ganas de hacer esto y es una bendición.
"Tenía muchas ganas de hacer una telenovela así, de género melodramático. Una telenovela como las de antes, con un cura que tiene que elegir entre Dios y una mujer, con esas dos fuerzas tironeándolo todo el tiempo".
-¿Qué te pasa con poder trabajar en un momento en donde tanta gente lo está pasando mal, especialmente en contextos como el que retrata La 1-5/18?
-Me genera mucha responsabilidad. Cada jornada que yo vengo a grabar la agradezco al final del día. Nunca estuve tan concentrado y con tantas ganas de hacer algo. Sé que hay mucha gente que se está cagando de hambre y sé que hay un montón de colegas que no tienen trabajo. Estar acá es una responsabilidad muy grande para mí y para el resto del elenco. Por ahí me pasa eso porque ya tengo 44 años y uno se pone más en perspectiva y piensa que esto que me está pasando a mí hay un montón de gente a la que no le está pasando. Yo tengo que representar a esas personas y tratar de hacerlo lo mejor posible. También confiar en que si a esta ficción le va bien va a haber otras ficciones. Se está grabando otra tira en Telefe, pero es muy poco lo que hay, pensando que antes había dos ficciones en Polka, dos en Telefe, la novela de la tarde. Hay público que ve televisión, hay 22 puntos de rating que justo hoy lo están haciendo reality shows, pero la gente está y quiere ver tele.
-Te toca el papel de un “cura villero”, el Padre Lorenzo. ¿Cómo lo encarnás?
-Yo soy un hombre de fe, de mucha fe. Tuve una formación católica cuando era chico, fui bautizado, tomé la comunión y la confirmación. Después me alejé de la iglesia católica porque la institución mucho no me representa y al cura de la telenovela tampoco lo representa tanto. Siempre creí en Dios y siempre fui devoto de la Virgen de Itatí. Siempre recé mucho todos los días de mi vida, a la mañana y a la noche. No me parecía algo tan lejano de mí. Es un tipo de cura de una telenovela, lo mismo que la villa… Nosotros no queremos romantizar la pobreza, la villa o el hecho de ser cura, queremos hacer una ficción que tiene un universo propio. Si quieren ver un cura real, pueden ver un documental. Es alguien que yo tenía cerca.
"Siempre recé mucho todos los días de mi vida, a la mañana y a la noche".
-Cuando rezás, ¿agradecés por lo que tenés? ¿Pedís?
-Agradezco por tener trabajo y salud y pido por mí, por las personas que la están mal, que no tienen trabajo, que están enfermas. Sobre todo, me pasa mucho con los enfermos, rezo por ellos en general. Porque sé que es una situación adversa y nos pega muy mal cuando alguien se enferma o se muera. Al igual que tantas personas, sufrí muchas muertes, sobre todo últimamente. Pido por esas personas y agradezco porque mi hijo y yo tenemos salud. Me gusta estar vivo, la vida y la disfruto todos los días. Tengo mis momentos de oscuridad, pero está bueno poder agradecer cada día.
-¿Estás preparado para que el público te convierta en el “cura hot” de La 1-5/18?
-Los que me quieren dirán el “cura sexy” y otros pondrán el cura no sé qué… Hay que acostumbrarse. Es una novela y es un cura, pero tiene que generar un poco de deseo. Seguramente estarán los memes a la orden del día y bienvenidos porque significa que la gente está mirando la tira. Yo creo que el meme hoy es tan importante como el cine, es un relato nuevo que hay que respetar mucho. Lo encarno y lo hablé mucho con Adrián Suar, que en esta novela está muy presente. Prácticamente está todos los días encima nuestro, dirigiéndonos y ayudándonos. Sabemos lo que estamos haciendo y tenemos un plan. Yo creo que incluso para Adrián es volver a empezar de cero y apostar todo a rescatar la ficción.
"Me ofrecieron de todo. Bótox, ácido hialurónico, pincharme. ¡Esta nariz no me la toco ni en pedo! Estoy a punto de comprarme un departamento con esta nariz. ¡Me tienen que matar para que me la corte!".
El orgullo de Esteban Lamothe como papá de su hijo, Luis
-¿Cómo te acomodaste a la “nueva realidad” de tener un hijo, Luis (8), en edad escolar y tener que lidiar con cuestiones nuevas como el Zoom del colegio?
-A mí me salvó la cuarentena. Le tocó a Luis tener su segundo grado así. Aprendió a leer y a escribir junto a Silvina, que es su maestra, y con la gente de la Escuela N°13. Él va a una escuela pública y lo digo porque me pone muy orgulloso. Es una escuela que tiene una gente increíble, junto la maestra y los demás madres y padres, que están muy activos. Aprendió a leer en casa, leímos este libro de Roald Dahl, El superzorro y leímos cuentos que a mí también me interesaban.
"Los que me quieren dirán el 'cura sexy'. Seguramente estarán los memes a la orden del día y bienvenidos. Hoy el meme hoy es tan importante como el cine, es un relato nuevo que hay que respetar mucho".
-¿Qué actividades compartían?
-Aproveché la cuarentena para estar con mi hijo. Yo trabajé mucho desde que nació Luis hasta que empezó la cuarentena, entonces lo tomé también como una bendición. La mitad del tiempo está conmigo y la mitad esta con Juli, su mamá (su expareja, la actriz Julieta Zylberberg). Y me dediqué a estar con él, lo sacaba a andar en patineta. Él venía de una operación en el brazo, porque se había caído andando en skate, entonces la cuarentena estuvo atravesada por dos operaciones. Fue intensa.
-¿Te descubriste, como padre, en algún aspecto desconocido para vos?
-Siempre es un desafío, cada mes y cada día se plantea algo diferente. Siempre tu hijo crece y ser padre es como estar detrás de él todo el tiempo. Es como intentar alcanzar algo y cuando llegás y creés que lo entendiste, se te volvió a escapar. Hay que amigarse con esa dinámica porque la paternidad es eso y muchas veces es fallida por naturaleza, pero no hay que bajar los brazos y hay que seguir intentándolo, como hicieron mis padres conmigo.
"Yo me crié en el campo. Iba a la escuela con pibes que no tenían zapatos. Iba a jugar a casa de amigos donde tenían piso de tierra. Eso me puso en perspectiva en relación a los demás y me hizo ser más agradecido".
Yo amo mi escuela pública: Esteban Lamothe y la elección de vida para su hijo
-Destacaste que tu hijo va a una escuela pública. ¿Por qué se dio esa elección?
-No es que quiero bajar línea y decir “todos los niños y las niñas tienen que ir a una escuela pública”. Justo en mi barrio, Colegiales, hay una escuela pública muy buena que tiene unos maestros y unas maestras increíbles. Es la Escuela N°13, “La Mafalda”, que tiene una cooperadora de padres muy fuerte donde los padres están muy presentes. Yo fui a una escuela pública, pero tampoco justifico que si tu hijo está yendo a una y la está pasando como el orto porque lo tratan mal, no aprende o porque el grupo no le gusta, bueno, que vaya a una privada. De hecho, al jardín iba a uno privado.
-¿Cómo es tu experiencia?
-Me da orgullo porque el hecho de que vaya a una escuela pública hace que mi hijo tenga roce con nenes de todo tipo de clases sociales. Si bien él no es hijo de millonarios, ni de ricos, ni mucho menos, él se mueve en un ambiente que si yo se lo acoto a al de mis amigos y lo llevo a un lugar privado, como en el que iba, va a estar un poco acotado a nivel social. No conoce todas las realidades. El ir a una escuela pública le permite ver otras realidades. Siento que esa es la mejor manera de aprender.
-¿Cómo recordás esos años?
-Yo me crié en el campo, en la única escuela que había, y yo venía de una clase media o media-baja, pero yo iba a la escuela con pibes que no tenían zapatos. Iba a jugar a casa de amigos donde tenían piso de tierra. La pobreza en el campo no es la misma que en la ciudad y eso me ayudó, me puso en perspectiva en relación a los demás. Me hizo ser más agradecido y pretendo que le pase lo mismo a mi hijo. Eso no se lo puedo enseñar yo, él lo tiene que ver.
"Con Julieta formamos una familia que se quiere mucho, muy unida. Los tres somos un núcleo muy fuerte".
Esteban Lamothe y el amor: de la familia que armó con su ex, Julieta Zylberberg a su noviazgo con Katia Szechtman
-¿Cómo son como padres con Julieta Zylberberg, la mamá de tu hijo, en el día a día?
-Somos una familia que se quiere mucho, que está muy unida. Los tres somos un núcleo muy fuerte. Nos vemos mucho los tres, pasamos mucho tiempo los tres y después tenemos todo bastante seteado. Ahora Juli está trabajando en Chicago, está haciendo una serie allá. Luis está allá con ella, y va y viene. A mí también me dan una mano en el canal cuando estoy solo con Luis para poder salir antes dos días y buscarlo en la escuela. Nos organizamos rebien porque para Juli y para mí lo más importante es Luis. Es muy fácil ponernos de acuerdo.
-¿Cómo está tu pareja con Katia Szechtman. ¿Cómo se lleva una relación en la cuarentena cuando a veces a uno le cuesta soportar al otro pasando tanto tiempo juntos?
-Estamos muy bien. La cuarentena fue difícil y creo que a ninguna pareja le hizo bien, pero uno va sobreviviendo, vas aprendiendo, vas tratando de cambiar las cosas que no te gustan. La única forma de que una pareja dure es que esté en movimiento. Si no está en movimiento y no se replantea todo el tiempo todo, es imposible.
"Juli está trabajando en Chicago haciendo una serie allá y Luis está con ella, y va y viene".
Los "no" de Esteban Lamothe: ácido hialurónico, cirugías de canje y operación de nariz
-¿Qué cuidados estéticos tenés?
-Voy a entrenar, trato de mantenerme en mi peso, que es algo que me cuesta poco porque siempre tuve un buen metabolismo. Aunque a los 44 si le aflojo se complica un poco más, no es como antes que en una semana me ponía bien. Después voy al dermatólogo, que me hace tipo mesoterapia, hidratación y no me hago nada invasivo como bótox o ácido hialurónico. Quiero que mi cara envejezca al ritmo que tenga que envejecer. Me hidrato, me pongo protector solar y cuestiones así, que te ayudan un montón. No me gustan las caras operadas y aparte para el cine o la televisión me parece que no están buenas.
-¿Te han ofrecido canjes o pedidos para que te operes, por ejemplo, tu nariz que es una característica tuya muy fuerte?
-Me han ofrecido de todo. Ponerme bótox, ácido hialurónico, pincharme, hacerme la nariz. ¡Esta nariz no me la toco ni en pedo! Si llegué hasta acá y estoy a punto de comprarme un departamento, que nunca pensé que lo iba a poder hacer con esta nariz, ¡no me la sacan con nada! ¡Me tienen que matar para cortarme esta nariz! (risas).
Video y edición: Leandro Bevilacqua