El caso de El Pepo, el cantante de cumbia que estuvo preso, fue adicto a la pasta base y logró recuperarse y crecer en el mundo de la música se convirtió en un ejemplo de superación para muchas personas que transitan el tormento de las adicciones. Sin embargo, las recaídas son habituales y Josefina Cuneo, la esposa del cantante, hizo una fuerte confesión sobre la lucha del músico.
"Es imposible luchar con tan grande entorno que alimenta los VICIOS de un adicto y lo hace creer Súper Hombre solo para seguir facturando con una mentira gigante".
"Cuando la FALOPA te transforma en esa persona que empieza a ver que lo bueno se vuelve malo y lo malo se vuelve bueno. Cuando te aleja de quien juraste respetar, amar, cuidar tanto en la salud como en la enfermedad. Cuando el entorno ayuda a que eso siga siendo posible. Acá estoy yo poniendo mi mejor cara, y rindiéndome en esta lucha del día a día, fin de semana a fin de semana”, escribió Josefina en Instagram, con la que El Pepo se casó en octubre de 2016.
"No voy a mentir más sobre la situación, ni a poner la cara para que ustedes crean que existe un Súper Hombre rehabilitado y que supo aprovechar su oportunidad. No quiero ser más cómplice".
“Es imposible luchar con tan grande entorno que alimenta los VICIOS de un adicto y lo hace creer Súper Hombre solo para seguir facturando con una mentira gigante. No voy a mentir más sobre la situación, ni a poner la cara para que ustedes crean que existe un Súper Hombre rehabilitado y que supo aprovechar su oportunidad. No quiero ser más cómplice”, siguió la mujer, en su duro relato.
“El adicto es adicto toda la vida y ante cualquier tentación, es débil como cualquiera. Aunque tenga el mundo en sus manos. Ya no encuentro la manera de ayudarte, soy yo sola contra todos. Todo este sacrificio me afectó la salud y ni siquiera estás cumpliendo con lo que firmaste en el Registro Civil. Gracias a Dios tengo amigas de oro y familia. Si con todo lo que te dicen en la película no podés descolgar con esa mierda que está destruyendo todo a tu alrededor. Acá yo ya no tengo más nada que hacer. Al mal tiempo, buena cara”, finalizó, contundente sobre la salud de El Pepo, su marido.