Hugo Lescano, especialista en comunicación no verbal, miró una serie de clips de Julieta Poggio y Marcos Ginocchio interactuando en Gran Hermano 2022 y reveló si entre ellos hay tensión sexual o afecto personal, más vinculado a la amistad.
"Ella le hace mimitos en la rodilla. Es que pasan mucho tiempo juntos", dijo Estefi Berardi en Mañanísima (lunes a viernes, 10 horas, por Ciudad Magazine). Analizando las imágenes de Julieta y Marcos, Pampito agregó: "Se tocan la patita. A mí Estefi ni un beso me da cuando llego".
Sumando al especialista en gestos, Carmen Barbieri expresó: "Se están tocando siempre. Hay contacto. ¿Qué dice Lescano?".
Y Hugo dijo lo suyo: "Los seguidores hablan de tensión sexual, pero en la gestualidad de estos chicos se ve afecto real. No quiere decir que cuando hay tensión sexual no haya afecto real. Pero los toques que se realicen son de personas que tienen un interés genuino en la otra persona".
"Los seguidores hablan de tensión sexual, pero en la gestualidad de estos chicos se ve afecto real".
"Él en varios momentos le toca el antebrazo. Ella también. Él le toca el pie. Son toques sutiles", continuó el especialista.
Y siguió con su fino análisis: "Ella en otro momento le acomoda el pelo. El tipo de comunicación es afectiva. Son toques que duran pocos segundos".
"Cuando hay interés genuino en la otra persona, lo reflejamos con pequeños toques. Cuando hay un interés más sexual, los toques se producen en la zona de la cintura", concluyó Hugo Lescano, sobre el vínculo entre Marcos y Julieta de Gran Hermano.
EL LLANTO Y LA FRUSTRACIÓN DE JULIETA POGGIO EN GRAN HERMANO
Divididos en dos equipos, Julieta Poggio y Nacho Castañares, se enfrentaron a Romina Uhrig y Marcos Ginocchio en la última prueba del líder en Gran Hermano 2022. La modelo rompió en llanto tras perder el desafío e ir directo a placa, junto a su coequiper.
"Felicitaciones Romina, Felicitaciones Marcos. Son la dupla ganadora", dijo Santiago del Moro, a minutos de que la exigente prueba física llegara a su final.
"Él en varios momentos le toca el antebrazo. Ella también. Cuando hay interés genuino en la otra persona, lo reflejamos con pequeños toques".
Al ver a Poggio muy cansada y desestabilizada emocionalmente, el conductor del reality le preguntó: "Juli, ¿cómo estuvo? Difícil, ¿no?".
Sin contener la bronca ni el llanto, Julieta le contestó: "Me recostó a mí. Yo puedo bailar tres horas, pero corriendo soy malísima. Me da frustración por Nacho".
"En realidad, me da frustración que se me cambien los planes. Ya pensábamos que estábamos los cuatro (en la final). Y me siento mal por Nacho, porque lo di todo, pero no se pudo", asumió Julieta.