Hace 26 años que Piñón Fijo es EL payaso más famoso de la Argentina. Y, desde hace más de una década, cosechó una popularidad que lo volvió el favorito de chicos y grandes, que lo quieren y se divierten con sus ocurrencias.
A poco de cumplir 50 y rodeado de sus hijos Sol (28) y Jeremías (26), Fabián Gómez -tal su verdadero nombre- la rompe en televisión por El Trece y también en el teatro Metropolitan Citi (de martes a viernes a las 17 horas y los sábados y domingos, a las 15 y 17 horas), donde se presenta por las vacaciones de invierno.
En una charla relajada y divertida con Ciudad.com, Piñón y sus hijos contaron más sobre su intimidad familiar, además de divertidas y emotivas anécdotas.
"Es un regalo hermoso de la vida poder trabajar con mis hijos. Estamos viviendo una etapa muy genial, integral, estamos en familia y ese destete o nido vacío que sufren las familias no lo hemos vivido o lo hemos vivido de una forma distinta y encima mimados y acariciados por el público de todo el país. Es muy lindo trabajar con ellos".
"Es un regalo hermoso de la vida poder trabajar con mis hijos. Estamos viviendo una etapa muy genial, integral; estamos en familia y ese destete o nido vacío que sufren las familias no lo hemos vivido o lo hemos vivido de una forma distinta, y encima mimados y acariciados por el público de todo el país. Es muy lindo trabajar con ellos, sabés que si algo sale bien, mirás para un lado y tenés a un ser querido; y si sale mal, igual. Sabés que va a dejar el alma por la camiseta, va a respetar al público y a quererlo. Es casi una militancia para nosotros", empezó Piñón, escoltado por sus "herederos".
"Cada uno tiene su casa pero viajamos juntos todo el tiempo", agregó Sol. Y Jere siguió: "Es un compromiso muy grande y tenemos un jurado muy escricto que son los chicos. Y después está el señor, del que aprendemos día a día. La figura de Piñón es mi papá para mí, no hay diferencias".
-¿Cuánto tardás en maquillarte y por qué no te mostrás nunca sin tu cara pintada?
-Yo me quiero mostrar sin maquillaje pero por buen gusto me evaden, ja, ja, ja. Para maquillarme tardo aproximadamente 30 minutos. Cuando estoy con el personaje ando con maquillaje siempre porque así es Piñón. Es parte de la magia y lo que les gusta a los niños. Estoy seguro que si yo me presentara como Fabián para los niños sería uno más.
-¿Te cuidás físicamente además para tus shows y tu programa?
-¡Estoy por cumplir 50 y llegando a los 100 kilos! Ja, ja. No, mentira lo del peso. Pero mi compañera me dice 'no es que comés comida chatarra, el problema es que comés mucho', mientras tanto yo iba por la decimoquinta milanesa, ja, ja. La realidad es que me muevo mucho pero no logro quemar todas las calorías.
-Mencionaste a tu "compañera", Carina: ¿hace cuántos años estás casado?
-Estamos juntos hace 33 años. De casados... ehm... y bueno. Desde los 17 que estamos juntos y nos casamos cuando yo tenía 21... El 5 de febrero de 1983 nos pusimos de novios, el 10 de diciembre de 1986 nos casamos.
"Hay anécdotas muy lindas y también duras... Yo voto por ser cuidadoso en ese sentido. Me acuerdo una vez que vinimos a Buenos Aires porque me habían elegido personaje del año de Gente, ¡qué locura! Buenos Aires estaba viviendo una época pesada, era el 2001. El evento había sido en el hotel Alvear y salíamos en un auto muy lujoso. Nos siguió un señor que estaba juntando cartones. El instinto de todos fue cerrar las puertas rápido y me golpeó el vidrio para que lo baje y me dijo: 'te quiero agradecer por la alegría que le das a mis hijos en este momento'. Me terminé bajando y la cosa finalizó a los abrazos".
-¿Tu mujer forma parte del equipo de Piñón?
-Siempre se mantuvo a salvo de toda esta patología y hace poco le hemos empezado a rodear la manzana y se ha sumado al equipo de producción. Ella es docente y hace 26 años de la misma institución. Ahora logramos que nos acompañe.
-Hace un par de semanas estuvo Topa en el programa de Mirtha Legrand y contó una emotiva anécdota con una niña que era su fan, ¿vos tenés alguna que te haya marcado y nos quieras contar?
-Hay anécdotas muy lindas y también duras... Yo voto por ser cuidadoso en ese sentido. Me han pasado cosas fuertes. Me acuerdo una vez que vinimos a Buenos Aires porque me habían elegido personaje del año de Gente, ¡qué locura! Buenos Aires estaba viviendo una época pesada, era el 2001. El evento había sido en el hotel Alvear y salíamos en un auto muy lujoso. Nos siguió un señor que estaba juntando cartones. El instinto de todos fue cerrar las puertas rápido y me golpeó el vidrio para que lo baje y me dijo: 'te quiero agradecer por la alegría que le das a mis hijos en este momento'. Me terminé bajando y la cosa finalizó a los abrazos. Ese tipo de cosas sucede muy a menudo.
¡Mirá el divertido mano a mano con Piñón Fijo y sus hijos!