Si en la televisión Darío Barassi conduce, baila y canta en Ahora Caigo, con sus hijas Emilia e Inés no se priva de armarles una “actuación privada”. El conductor charló con Ciudad sobre el éxito de su ciclo en las tardes de eltrece y contó cómo sus hijas, además de ser su cable a tierra, lo tienen loco de amor.
El animador antes de comenzar con su nuevo programa de entretenimiento, aprovechó en grande del tiempo que compartió con sus nenas, fruto de su matrimonio con Lucía Gómez Centurión, tras el final de 100 argentinos dicen. Esos pequeños momentos que atesora mientras las ve crecer. "Le enseñé todas las letras del abecedario a Emilia, por lo que me siento muy realizado. Y a mi hija Inés a que pueda comer la banana directo de su mano porque antes se la pisaba", enumera.
"Un poquito de vacaciones tuve, me fui a Uruguay al principio de año, pero después estuve grabando una serie para una plataforma que me demandó mucho tiempo y no mucho más. Estaba trabajando a pleno. Fui papá por segunda vez y eso cambia la rutina de cualquier familia", se sincera.
"Con mis hijas soy un abanderado de calidad mata cantidad. Yo me voy temprano y vuelvo temprano y estoy para leerles el cuento, bañarlas, para que comamos y voy a todas las reuniones de colegio que me conviden".
-¿Cómo sos como papá y cómo lo equilibrás con tu trabajo?
-Yo soy un apasionado por mi trabajo. Me encanta y mi mujer es psicóloga y trabaja también un montón, así que tratamos de acomodarnos y hacer chinos. Muchas veces pasa que uno está con las dos chicas y no está el otro para que el otro pueda estar trabajando. Tratamos de que sí o sí los fines de semana estemos en familia los cuatro. Soy un abanderado de calidad mata cantidad, es la estructura que tenemos. Lo hablo mucho con mis hijas. Yo me voy temprano y vuelvo temprano y estoy para leerles el cuento, bañarlas, para que comamos. Voy a todas las reuniones de colegio que me conviden y trato de estar. Mis dos hijas son absoluta prioridad en mi vida y nada está por encima de eso.
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-¿Cómo conviven ellas con tu fama y que te reconozca la gente?
-La más bebita no tiene gran conciencia de todo eso. Emilia, que es más grande, sí y lo empieza a disfrutar un montón. Mi hija es un poco personaje, yo le canto, le actúo y le bailo. Es reactriz, pero no logra entender bien por qué vamos en la calle y me piden fotos. Yo le explico y la empecé a traer más a los sets para que vea cómo funciona. El tema es que Barassi también es un poco un personaje. Estuve haciendo una serie y quiero que entienda la ficción porque de repente me dice ‘sos mi papá, no sos el papá de estos chicos de la serie’. O estoy haciendo una serie con un mono y me hace preguntas. La llevo a ese mundo para que lo pueda entender un poquito más.
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-¿Cómo es esto de que a tus hijas les encanta ir de excursiones?
-Sí, sí. Ahora compramos un insectario nuevo. Mi hija es fanática de los animales, pero yo no tengo ese don. Fuimos hace poco a un lugar que tenía unos cóndores y unas águilas sueltas que se te suben a la cabeza. No saben lo espectacular que lo pasé, realmente bien… ¡Agarré el trabajo para dejar de ir a esos tours con mis hijas! Por eso me quedo encerrado en un estudio donde ningún ser vivo, que no sea un humano, interactúe conmigo (risas).
-Con todo estos proyectos personales y laborales, ¿qué esperás para Ahora Caigo?
-Yo soy un soldado. Me pongo la camiseta y dejo el 100% en ese trabajo. En este momento estoy con Ahora Caigo con toda mi energía y mi cuerpo puestos ahí. Quiero que la rompa. Son esos formatos que un poco estoy seguro que va a funcionar. Obviamente lo puedo chocar como cualquier persona que choca un producto, pero espero que no pase. Siento que van a enganchar. La gente en la calle me dice ‘volvé, gordo’ y a mí me encanta. Realmente me gusta ser un entretenedor de la familia argentina. Mi misión es lograrlo. El formato tiene cosas de riesgo, cultura general, un conductor divertido, es colorido, va a haber público y esperemos que la gente se cope con Ahora Caigo.
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Video y Edición: Fernando Halperín