La competencia se pone cada vez más fuerte en MasterChef y, en esta oportunidad, los aspirantes al gran título tuvieron un desafío impensado: ubicados en una mansión inglesa, les tocó preparar postres, sándwiches y todo tipo de comidas para un tradicional té de las cinco. ¿A quiénes les tocó dar el veredicto final? Nada menos que a sus seres queridos.
Uno de los más movilizados fue Jacinto, el ingeniero entrerriano, quien entre lágrimas abrazó a su padre que hacía 50 años que no pisaba Capital Federal. "Cuando lo vi a mi viejo casi me muero, fue un momento increíble", confesó, más calmado después de pasar el emotivo momento.
La producción hizo que los concursantes tuvieran que cocinar sin saber quién iba a juzgarlos, para luego revelar la gran sorpresa. Madres, padres, hermanos y parejas viajaron hasta el lugar para dar su voto y, de paso, emocionar a los concursantes.
Uno de los más movilizados fue Jacinto, el ingeniero entrerriano, quien entre lágrimas abrazó a su padre que no pisaba Capital Federal hacía 50 años: "Cuando lo vi a mi viejo casi me muero, fue un momento increíble", confesó, más calmado después de pasar el emotivo momento.
Otro que tampoco pudo evitar el llanto fue Sebastián, el músico que más de una vez ha mostrado su lado más sensible. Mientras que Matías, uno de los participantes más polémicos de la competencia, no ocultó su felicidad al ver a su madre.
¡Menos palos y más cariño en el último episodio de MasterChef!