Cuando Eduardo Feinmann se despertó con disfonía, rápidamente, acudió al médico. Le hicieron el hisopado y el diagnóstico lo sorprendió: tenía coronavirus. Para colmo, empezó a sufrir una fiebre altísima que hizo que lo internaran.
Estando en el sanatorio Otamendi, su cuadro de coronavirus se complicó por una neumonía bilateral. Sin embargo, gracias al cuidado de los profesionales, su salud evolucionó favorablemente. Tanto, que los médicos decidieron que ya podía irse a su casa.
Esta mañana, de buen humor y muy agradecido por el cuidado de los médicos, Feinmann abandonó el sanatorio para instalarse nuevamente en su hogar.
Según Teleshow, esta mañana, de buen humor y muy agradecido por el cuidado de los médicos, Feinmann abandonó el sanatorio para instalarse nuevamente en su hogar. Y espera con ansias poder volver en los próximos días a ponerse nuevamente al frente de sus programas: Alguien tiene que decirlo (Radio Rivadavia) y El Noticiero (A24).
¡A cuidarse!