La maternidad real dista mucho de esa imagen idealizada que se reproduce y suele circular en los medios desde hace años.
Y esa construcción cultural de "madre perfecta" pesa sobre todas las mujeres, incluso sobre las celebridades del espectáculo, como Penélope Cruz (45), que por estos días participó junto a Gwyneth Paltrow (46) en una entrevista pública en la que abrió su corazón y contó las duras presiones a las que se sometió cuando tuvo a su primogénito.
"Me di cuenta de la cantidad de cuentos de hadas, películas y mensajes de la sociedad que me han llegado por la forma en que salí del hospital la primera vez y la manera en que lo hice la segunda. Éramos dos mujeres diferentes", dijo Cruz, que tiene dos hijos con el actor español Javier Bardem.
"La primera vez me obligué a mí misma a ser una superwoman, empeñada en dar a luz de forma natural y doce horas después dejar el hospital en tacones. Ahora echo la vista atrás y me pregunto, '¿Quién te pidió que hicieras eso? ¿Quién te pidió que no delegaras, que sintieras que tenías que hacerlo todo por tí misma las 24 horas del día y te olvidaras de cuidarte?'", contó.
"La primera vez me obligué a mí misma a ser una superwoman, empeñada en dar a luz de forma natural y doce horas después dejar el hospital en tacones. Ahora echo la vista atrás y me pregunto,´¿Quién te pidió que no delegaras y te olvidaras de cuidarte?'".
Según comentó, su actitud entre el primer parto y el segundo cambió porque, después de mucha reflexión, reordenó sus prioridades: "Con el segundo decidí que iba a estar tres días en el hospital. Estaba en la cama con el bebé y venían mi hijo y mi marido, que me ayudó mucho".
"Y esto no tiene nada que ver con el feminismo. Haciendo eso no me estaba respetando ni cuidando a mí misma".
"Necesitas darte cuenta de que necesitas comer, dormir y darte una ducha", agregó la actriz, contundente, que fue muy aplaudida por los asistentes.
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