La adrenalina es un condimento esencial en Bake Off, el gran pastelero y a Samanta, una joven participante del reality, le terminó jugando una mala pasada y tuvo que sentarse en el piso para no terminar desvaneciéndose.
“Me tiembla el cuerpo, bolud...”, comentó, mientras preparaba unos churros, el desafío del día, y decidía agacharse al costado de su cocina mientras se daba aire con una tabla de picar. “Me bajó la presión, hice mucha fuerza con la churrera y me empezó a temblar el cuerpo y se me infló la cabeza. Pero ya me siento mejor. Sentí mucho calor en la cara”, comentó Samanta -la empleada administrativa de 29 años- a los jurados, mientras la atendía un médico.
"Me bajó la presión, hice mucha fuerza con la churrera y me empezó a temblar el cuerpo y se me infló la cabeza".
“Tengo que bajar un poco la autoexigencia porque me está jugando una mala pasada”, aseveró ella, crítica. Unos minutos después, la joven no pudo evitar las lágrimas por lo atrasada que estaba con su preparación. La conductora, Paula Chaves y Pamela Villar, jurado del programa, la alentaron para que termine su receta e incluso destacaron que el padre de la concursante había tenido una churrería.
Al final, fueron sus compañeros quienes terminaron solidarizándose, ayudándola a terminar su plato. Sin embargo, las críticas de los jurados no fueron las mejores, pero a la hora de la verdad fueron otros tres concursantes los que quedaron en la parte más baja y decidieron decirle adiós a Gabriel, un empleado administrativo de 49 años.
Tan solo un susto: Samanta, a punto de desmayarse en Bake Off.