Su profesión de economista fue el motivo por el que Javier Milei ingresó en los medios de comunicación. Luego su excéntrica personalidad lo convirtió en todo un personaje.
Abocado al trabajo y con una vida solitaria, Milei abrió su corazón en una profunda entrevista con la revista Paparazzi, en la que contó el dramático vínculo que tuvo con su padre, que lo hizo distanciarse de su madre.
"Mi padre prefería que yo sea futbolista a que sea economista. Él fabricaba peleas en las que me dejaba de hablar, me castigaba, me restringía. Hoy la relación es irreversible".
"Mi padre prefería que yo sea futbolista más que economista, una cosa bastante rara. Todo mi proceso en la universidad me lo trataron de hacer bastante difícil, cada vez que se venían los exámenes. Mi padre nunca avaló la carrera que elegí. Desde un primer momento me dijo que era una profesión de mierda, con la cual me iba a cagar de hambre, porque los economistas no servían de nada. Mi padre fabricaba peleas en las que me dejaba de hablar, me castigaba, me restringía. Yo no trabajaba, iba a una universidad privada, había que pagar la cuota, y eso generaba toda una serie de tensiones en los momentos de los exámenes y, en lugar de poder estar abocado plenamente a estudiar, me encontraba con una situación adversa, de los peores tratos y basureos que te puedas imaginar. Y cuando llegó el título fue la primera oportunidad que le di a mi padre para reconvertirse", relató Javier, mostrando un costado duro y desconocido de su vida.
Actualmente sin contacto con sus padres, Melei completó su relato: "El título te lo entregaba un familiar y le pedí que lo hiciera él. Fue mi forma de perdonarle todas las atrocidades que me había hecho, pero después volvió a reincidir. Luego lo volví a perdonar cuando casi se muere, así que hoy por hoy es una relación irreversible. Y como mi madre es cómplice, son personas muy tóxicas y es mejor tenerlas lejos. Por eso no tengo relación con ninguno de ellos".
Atenta a sus palabras, la periodista le pidió más precisiones. "Cuando hablás de atrocidades, ¿a qué te referís?". Pero el economista optó por no escarbar más en su pasado: "Hay cuestiones adicionales, hay más cosas, pero no sirve para nada mirar para atrás. Hoy no sé si me interesa qué piensan de mí".