Alejada del ruido mediático que le convirtió en un personaje bizarro de la pantalla chica, Zulma Lobato (58) atraviesa una profunda tristeza por el difícil presente que le toca atravesar. Hace seis meses la mediática fue diagnosticada con VIH positivo y se recupera de una fuerte angustia.
Optimista, arraigada a su fe católica, Zulma sale a darle pelea a su enfermedad y continúa con sus presentaciones en boliches. En una nota con la revista , la mediática confesó: "Me está ayudando la terapia que estoy haciendo los lunes y los jueves porque ahora tengo psicólogo y médico psiquiatra. Estoy con depresión. Pero no es que estoy tan mal". Para ella, su calvario comenzó hace dos años, cuando denunció que dos hombres la violaron en la estación de trenes de Munro. "Cuando fue lo de la violación la Policía no se ocupó como se tenía que ocupar, y los jueces tampoco. Y los tipos quedaron libres. Para mí, yo me agarré esa enfermedad ahí".
"Cuando fue lo de la violación la Policía no se ocupó como se tenía que ocupar, y los jueces tampoco. Y los tipos quedaron libres. Para mí, yo me agarré esa enfermedad ahí”.
Tiempo más tarde, en su peor momento, Zulma notó que algo le pasaba y recurrió a su médico de cabecera: "Estaba muy decaída y había adelgazado como 30 kilos, estaba muy delgada. Le pedí a mi médica que me hiciera hacer un análisis de VIH porque no estaba bien, algo me estaba pasando. Y la mala noticia es que me llamó y me dijo que soy portadora de VIH".
“Estaba muy decaída y había adelgazado como 30 kilos. Le pedí a mi médica que me hiciera hacer un análisis de VIH".
En cuanto a lo positivo, Lobato rescató la actitud de su familia y de los médicos: "Mi familia me está apoyando mucho ahora. Se me murieron dos hermanos, me quedaron dos mujeres pero me están ayudando mucho. No hay que tomar la enfermedad tan a la tremenda, no es una cosa tan tragica como la gente piensa. En los hospitales me tratan divinamente bien".
"Me haría bien que los canales me dieran un lugar, tengo ganas de volver a la tele. La gente me quiere mucho y me encantaría trabajar en teatro en el verano, a través de mi representante, Lautaro Reyes", solicita Zulma, quien sobrevive con una pensión de 6.000 pesos y los eventos que le surjan.
"Me haría bien que los canales me dieran un lugar, tengo ganas de volver a la tele".
De todas formas, Zulma Lobato tiene la esperanza de sanar pronto: "En el último estudio que me hice, el médico me dijo que estoy prácticamente sana, que es muy poco lo que tengo porque se me negativiza el virus. Pero puede producirse un milagro que, de pronto, en un año me haga los estudios y salga que no tengo más nada. Hay que confiar, porque los milagros existen".
Fotos: revista Paparazzi