El domingo por la madrugada, Andrea Rincón (30) se presentó en un boliche para realizar una presencia y, según informaron desde el entorno de la actriz, ya no se encontraba en sus mejores condiciones físicas ni psicológicas.
Horas antes de ingresar caminando de forma voluntaria al Hospital Fernández, la actriz fue grabada en pleno show por una de las decenas de personas que acudieron a la discoteca gay friendly.
Micrófono en mano, la morocha interactuó con las mujeres que la piropeaban. “¿Estoy re buena? Lo bueno está acá adentro. No nos confudamos, que lo bueno está dentro de cada uno. Todo se marchita”, aseguró con evidentes dificultades para hablar, y señalándose el pecho.
Además de mostrar el video, en Intrusos revelaron que Andrea atravesaría una crisis de depresión, y que sería inminente su traslado a una clínica de Talar de Pacheco, en la provincia de Buenos Aires, para retomar un tratamiento contra sus adicciones. De esta forma, se echaría por tierra la versión que difundió su amiga Celeste Roth, quien relativizó el mal momento personal de Andrea Rincón y lo circunscribió a un problema gástrico.
¡Fuerza, Andrea!