Susana Roccasalvo (54) está pasando por el momento más doloroso de su vida. Su marido Carlos Hlawaczek (70), a quien ella llamaba Charly, murió el pasado 21 de enero en el Instituto del Diagnóstico, en el barrio de Recoleta.
En una entrevista a corazón abierto, la conductora de Implacables habló de la enfermedad terminal que padecía Charly, el gran amor que sentía por él y cómo fue estar al frente del ciclo de Canal 9 mientras tenía a su esposo enfermo.
“Todo empezó en diciembre de 2014, con una operación que Charly se tuvo que hacer en la rodilla. La cirugía fue excelente, pero clínicamente ya no fue el mismo después de esa intervención. En enero de 2015 estaba muy caído y sin fuerzas. En febrero siguió igual, y en marzo como se sintió mejor, en abril nos fuimos diez días a Miami. Pero allá empezó con uno dolores que parecían de ciática. En mayo, empezó con un síndrome febril que duró veinte días y no se sabía a qué se debía. Hasta que le hicieron un estudio por el antecedente que tenía de cáncer de hacía muchos años y, estando internado, nos dieron el resultado el 22 de ese mes. Ese día supimos que estaba todo tomado y que nada se iba a poder hacer”, dijo en diálogo con la revista Pronto.
“Comenzamos una lucha para tratar de alargarle la vida. Primero hicimos una quimio con pastillas que no funcionó; después pasamos a otra no tan convencional que tampoco avanzó… Y en septiembre todo se complicó con una peritonitis que nada tenía que ver con el cuadro principal, pero que lo puso al borde de la muerte. Ahí comenzamos con los tratamientos paliativos para tratar de calmarle el dolor, porque la enfermedad se lo estaba devorando. Pero lo que se pensaba que iba a pasar en tres meses, terminó ocurriendo la semana pasada”, agregó.
Además, aseguró que el anestesiólogo estaba consciente de la enfermedad que padecía: “Charly sabía todo. Y por esas ironías de la vida, a él que había hecho tantos bloqueos de dolor a pacientes terminales, no se lo pudieron hacer. Así que fue un padecimiento muy importante el que tuvo. Y fue muy duro para todos”.
"Con Charly hemos llorado mucho juntos, hemos hablado mucho. Y también lo he cortado de cuajo un par de veces que me dijo: ‘Mirá que cuando yo no esté, vos no tenés que quedarte sola’. Le preocupaba lo que pudiera pasarme a mí, porque yo nunca necesité un hombre que me mantuviera, pero sí uno que me cuidara como lo hizo él".
Por otro lado, dio detalles de lo complicado que fue seguir estando al aire con su programa: “Seguí haciendo Implacables todo este tiempo. Hubo días en los que estuve muy dispersa, pero tenía que hacer un acting para que nadie sospechara lo que estaba pasando. Lo hacía por los televidentes, pero sobre todo por él. No quería que la información se filtrara y mis colegas pudieran hacerlo público, porque si esto hubiera ocurrido lo hubiera matado en vida. Él era muy orgulloso y jamás hubiera tolerado que le tuvieran lástima. Tuve que hacer un gran esfuerzo para que nada de esto se supiera”.
También destacó el cariño de sus colegas: “Hasta la gente que estuvo enfrentada a mí profesionalmente me hizo un mimo al alma con sus palabras. Porque el que partió fue el marido de una conductora de Canal 9, pero en todos los canales le han hecho un merecido homenaje”.
"El otro día, casualmente, encontré una nota de cuando murió el marido de Dolores Cahen D’Anvers que había recortado para leer luego. Y ella decía que después de seis meses de haber enviudado había vuelto a sonreír. Entonces dije: ‘Si ella que perdió un esposo tan joven pudo recuperar la sonrisa, yo también voy a poder’. Lo que pasa es que éstas son las primeras horas y todavía siento que Charly va a volver en cualquier momento…”.
Después, recordó uno de los días más importantes de su vida junto a Charly: “Su propuesta de casamiento fue maravillosa. Estábamos en casa hablando de la vida y me pidió matrimonio. Peor me dijo: ‘Tiene que ser este año’. Vaya a saber uno por qué… Capaz inconscientemente presentía que no le quedaba mucho tiempo”.
Por último, cerró: “Fueron trece meses de verlo sufrir mucho. No hubo pausa: desde el 22 de mayo pasamos trece internaciones. Todo esto me sirvió para elaborar algunas cuestiones. Hemos llorado mucho juntos, hemos hablado mucho. Y también lo he cortado de cuajo un par de veces que me dijo: ‘Mirá que cuando yo no esté, vos no tenés que quedarte sola’. Le preocupaba lo que pudiera pasarme a mí, porque yo nunca necesité un hombre que me mantuviera, pero sí uno que me cuidara como lo hizo él. Me toca caminar este sendero. No sé cómo va a ser. El otro día, casualmente, encontré una nota de cuando murió el marido de Dolores Cahen D’Anvers que había recortado para leer luego. Y ella decía que después de seis meses de haber enviudado había vuelto a sonreír. Entonces dije: ‘Si ella que perdió un esposo tan joven pudo recuperar la sonrisa, yo también voy a poder’. Lo que pasa es que éstas son las primeras horas y todavía siento que Charly va a volver en cualquier momento…”.