Si bien la carrera de Vicky Xipolitakis (28) está signada por los escándalos, la vedette no logra recuperarse de la polémica que generó un video que difundieron en Telenoche –el noticiero de El Trece- en la que se la ve en la cabina de un avión maniobrando la palanca de velocidad con el consentimiento de los dos pilotos presentes.
A varios días de las repercusiones, la vedette decidió romper el silencio. Primero se manifestó en su cuenta de Twitter, en la que atinó a escribir un escueto “Perdón”. Luego, brindó una entrevista a la revista en la que dio más detalles de su estado anímico actual: “Nunca imaginé causar tanto daño. Asumo que todo lo que sucedió es culpa mía. Estoy muy arrepentida. Pero yo no tengo maldad. No me gusta lastimar a nadie. Ni fue mi intención hacerlo. Simplemente me fui a Rosario como lo vengo haciendo desde hace un tiempo a visitar a un amigo”, comenzó diciendo al semanario.
"Quiero ver al Papa, que está cerca, para que me perdone si es que hice tanto mal y para que limpie todos mis pecados", expresó Vicky Xipolitakis en una entrevista que brindó para la revista Caras.
Luego, agregó: “Siempre viajo por Aerolíneas Argentinas porque me encanta y me tratan re bien. Me pagué el pasaje en una agencia de viajes que me los tramita y tenía el asiento número 8. El servicio que me dieron siempre es increíble. Me llevan al VIP y luego en una camionetita hasta el avión en el que me cambiaron el asiento por el Nº4. Fui la primera en embarcar”.
Asimismo, se refirió a los pilotos: “Ellos se me acercaron, se sacaron fotos conmigo y me invitaron a viajar con ellos en la cabina. Charlamos y me dijeron que despegara el avión. En ese momento me dio un poquito de miedo. Me pareció peligroso porque yo sé que los momentos críticos de un vuelo son el despegue y el aterrizaje; el resto va con piloto automático”, expresó.
Continuando con sus descargo, Vicky ahondó más en el comportamiento de los encargados de pilotear: “Pasaron muchas cosas adentro de esa cabina por eso a mí me gustaría que aparezca la caja negra para que se sepa toda la verdad. Yo nunca grabé con mala intención. Mi vida es como un reality; yo grabo todo lo que vivo y lo twitteo. Si alguien me hubiera dicho que no se podía grabar, no lo hubiera hecho. Pero ellos hasta me dijeron que lo podía twittear”, remarcó.
Por último, la griega compartió un deseo personal: “Hoy vivo presa, destruida y arrepentida si es que hice mal a alguien. Quiero ver al Papa, que está cerca, para que me perdone si es que hice tanto mal y para que limpie todos mis pecados”, cerró.