Diego Topa (40) llega al encuentro con Ciudad y el destino hace que en el mismo lugar haya un grupo de niños de cuatro años de excursión. “¡Chicos, miren quién está ahí!”, grita una maestra. Los nenes no necesitan más, lo ven y salen corriendo a su encuentro. Él, que apenas percibió su presencia sabía lo que estaba por suceder, los espera con una sonrisa y muchos abrazos.
“Los chicos te quieren o no te quieren. Que te vean y se les ilumine la mirada es increíble. Me provoca mucho amor y me emociona porque es la vuelta de lo que yo doy todo el tiempo”, dice sobre esa reacción imposible de fingir de los más pequeños cuando lo tienen en frente.
Una emoción que él mismo transmite al hablar de lo que genera en el público infantil, del que es un verdadero ídolo tras 18 años como figura de Disney. Mientras se presenta con éxito al frente de una nueva temporada de Junior Express en Concierto en el Teatro Ópera Orbis Seguros, Topa se entrega a una charla íntima con Ciudad, en la que repasará su carrera y sus anhelos más íntimos.
"De repente, grabo un saludito para un nene enfermo, le pongo toda la garra y cuando termino, se me caen las lágrimas. No hay un método para manejarlo".
“En la primaria ya me gustaba ayudar a las profesoras a producir los actos en la escuela y la pasaba bárbaro, me encantaba estar arriba del escenario”, recuerda de esos primeros momentos en los que la pasión por la actuación comenzaba a surgir.
- ¿Cómo eras de chico?
- Era curioso, travieso, súper fantasioso e inquieto. No me gustaba jugar solo. Vivía en Caseros y en el barrio jugaba con mis amigos, hermanos y primos. Eramos una verdadera pandilla (risas).
- ¿Tuviste una linda infancia?
- Sí, hermosa, rodeada de mis hermanos, mi familia y mis abuelos, que siempre cumplen un rol tan importante en la vida de los nenes. Por eso, cuando me encuentro con los chicos y no tan chicos que me dicen “sos mi infancia”, me genera algo hermoso en el corazón. Uno trabaja muy duro, poniendo mucho amor y no hay nada más lindo que perdurar en el corazón de alguien. Sobre todo en la infancia porque la infancia tiene algo mágico. A mí me pasa que cuando hablo de mis ídolos infantiles, Carlitos Balá, Xuxa, Margarita Tereré, Pipo Pescador o Julieta Magaña, me llevan a un lugar increíble de mi historia.
- ¿Tus comienzos como actor fueron en el under?
- Sí, empecé en el under y lo agradezco porque creo que uno toma consciencia del esfuerzo y es algo que no se pierde. Ahí se hace todo, desde llegar temprano, acomodar las butacas, limpiar el piso… estábamos en todo. ¡Y hoy sigo estando en todo! Como lo viví y lo pasé, me gusta estar. No es por obsesivo sino porque amo lo que hago. Mucha gente que trabaja conmigo es mi amiga y cuando marco algo no lo hago desde un lugar de “jefe”, que ni me gusta la palabra, sino porque trabajamos en equipo. Sobre todo trabajando para los más chicos. Soy híper sensible y me emocionan muchas situaciones; entonces necesito a mi gente conteniéndome. Porque es fuerte todo, lo lindo y lo feo de esto. Tiene todos los matices y yo amo todos los matices. Soy un apasionado.
"Me encantaría tener un hijo y cuando llegue ese momento, pararé, descansaré y lo disfrutaré. Cuando venga, va a ser hermoso"
- Bueno, has dicho que este trabajo es una misión para vos.
- Sí. Lo fui descubriendo, no es que vino un don de repente. Me fui dando cuenta a través de situaciones que atravesé, que me hicieron ver que esta es mi misión: alguien me puso en este lugar, tengo que cuidarlo, valorarlo, respetarlo, elegir cada cosa que hago y no irme del eje. No solo trabajo para los más chiquitos sino también para la familia; para sacarle una sonrisa a la mamá, al papá, a los abuelos. Y es una responsabilidad enorme. Me preocupo mucho para que el espectáculo siempre tenga un escalón más de excelencia y que la gente se vaya feliz. Siempre me pongo en el lugar del otro y me pregunto: ¿qué me gustaría ver a mí para irme completo del show? Y trabajo para eso.
- ¿Hay competencia en el mundo del entretenimiento infantil?
- La competencia no va conmigo. A mí no me gusta la palabra competencia, me gusta que haya diversidad para elegir y los chicos pueden elegir de todo. A mí me encanta que a todo el mundo le vaya bien porque detrás de cada producto, hay un montón de personas trabajando. Lo que hace Piñón Fijo con sus hijos, por ejemplo, es divino. Cuando me lo encuentro a Piñón me dice ‘tenemos que hacer algo juntos todos los que hacemos cosas con los chicos’. Estaría bueno hacer como un Lollapalooza pero para chicos, con todos nosotros juntos.
- ¿Tenés amigos famosos dentro del medio?
- Sí, tengo muchos. Nos conocemos todos de chiquitos. Soy el padrino de Miranda, la hija de Érica Rivas, ella es como mi hermana de la vida. También soy amigo de Matías Santoiani, de Nicolás Cabré, de Muni Selgimann (con quien compartió el exitoso Playhouse Disney), Nicolás Scarpino. Por ejemplo, con Luciano Castro me pasa que ahora viene con los hijos a verme. Trabajando para chicos redescubrí mucho a mis amigos porque en el medio te hacés amigos pero te vas alejando por los distintos proyectos. Ahora, sus hijos vuelven a hacer que florezca la amistad y se conectan conmigo desde otro lugar, mucho más lindo.
- Has contado muchas situaciones emotivas que viviste con los nenes, muchos de ellos con problemas de salud, ¿alguna te marcó especialmente?
- Son todas. No puedo poner en un ranking. Y las tengo todos los días de mi vida. No las cuento pero son miles de videitos para ayudar y les pongo todo mi amor a cada uno. Sé que a veces un video, un mensaje, una palabrita para los chicos es un montón, y para las familias más aún. Es un incentivo y energía. Siempre digo que no soy ni sanador ni curador, soy puro amor. A veces el amor es el que te da un impulso y te renueva la energía porque somos energía. Donde puedo pongo mi granito de arena para poder acompañarlos, no sé si es ayudarlos, en un proceso tan duro. Y son muchos, no solo de Argentina, sino de toda Latinoamérica.
- Imagino que es inevitable que te afecte, ¿pero cómo hacés para dejarlo un poco a un lado cuando llegás a tu casa?
- No puedo, no lo puedo manejar. Cada cosa me pega. De repente, grabo un saludito, le pongo toda la garra y cuando termino, se me caen las lágrimas. Hablo y me emociono... (se emociona hasta las lágrimas). No hay un método para manejarlo.
"No me gustaría cambiar el rumbo de mi carrera. Encontré mi misión, tengo muy definido que mi carrera es musical y dirigida a toda la familia".
- ¿Probaste con hacer terapia?
- No, ni tengo tiempo. Las notas son mi terapia. Una vez escuché a Moria Casán decir que las entrevistas eran su terapia y es cierto. Porque podés canalizar y compartir tus sentimientos con la gente. El otro día estaba ensayando, fui a una panadería a comprar unas facturas… ¡y estuve 45 minutos! No te puedo explicar lo que pasó, fue un Meet & Greet con el panadero y los clientes (risas). Pero lo lindo también fue que una señora me dijo ‘te veo en la tele, mis hijos te ven pero el otro día te escuché en una nota radial que me hizo acercarme más a vos y no puedo dejar de darte un abrazo’. Fue hermoso, tan tierno. Por eso, las notas son tan importantes. Es lindo que me conozcan como persona.
- En 2015 le dijiste a Ciudad que tenías ganas de tener un hijo, un “Topita”, ¿esas ganas siguen intactas?
- Ah sí, ¡me encantaría! Es un sueño que tengo y sé que va a llegar ese momento. Ahora no tengo tiempo de nada. En el momento que tenga que ser, va a ser. Se tienen que dar un montón de cosas para que suceda. Ahora estoy con mucho trabajo y yo me tomo las cosas muy en serio, de verdad. Hay que dedicarle tiempo a un hijo y cuando llegue ese momento, pararé, descansaré y lo disfrutaré. Cuando venga, va a ser hermoso.
- Por último, ¿te gustaría cambiar de rumbo o te imaginás con una carrera larga relacionada a los chicos como Carlitos Balá?
- No, para nada me gustaría cambiar de rumbo. Como te decía: encontré mi misión, tengo muy definido que mi carrera es musical y dirigida a toda la familia. Después, el formato puede cambiar pero siempre voy a estar relacionado a los chicos. De hecho con mi productora, Trealizaciones, quiero empezar a crear contenidos en los que no esté yo al frente pero que tengan mi firma, mi energía. Me encantaría experimentar la faceta de la dirección y dejar una impronta.
(Topa se presenta con Junior Express en Concierto en el Teatro Opera Orbis Seguros de Buenos Aires desde el 23 de junio, sábados y domingos y en vacaciones de invierno de martes a domingo. En Uruguay se presentará en Landia el 3, 4 y 5 de julio; en Rosario en el Teatro Broadway los días 11 y 12 de julio y en Santiago de Chile en el Teatro Caupolicán el 5 de agosto).
Fotos: Musepic
Videos y edición: Leandro Bevilacqua
Producción: Aldana Moreno Lusianzoff IG: @adealdanaok
Locación: Museo Histórico Cornelio de Saavedra
Logística: La llave de Alegra Films
Asistencia: Martín Chalap
Agradecimientos: Prensa Gisela Coria / Lic. Alberto Gabriel Piñeiro / Teatro del Museo Viajero
Diego Topa Twitter: @diegotopaok e Instagram: diegotopaok