El fraternal abrazo que se estrecharon Diego Armando Maradona y Guillermo Coppola hace tres semanas, en el marco del velatorio de Don Diego, pareció haber marcado un nuevo acercamiento entre quienes supieron cultivar una profunda amistad. Más allá del respeto y cariño que el astro del fútbol y su exmanager profesan, la ilusión se desvaneció más temprano que tarde.
En una nota para Este es el show en la intimidad de su casa, Diego fue tajante en cuanto a su reencuentro con Guillote tras diez años de distanciamiento y litigios: "No hubo ninguna reconciliación". Ante la curiosidad de la periodista Noelia Antonelli, el Diez se explayó: "Hacía mucho tiempo que no lo veía. Quise verlo para que se despidiera de mi papá y eso fue todo. A mí no me liga nada con Guillermo".
"Quise ver Guillermo para que se despidiera de mi papá y eso fue todo. A mí no me liga nada con Guillermo".
Sin vuelta atrás, Maradona le cerró la puerta a Coppola: "Lo de Guillermo fue un pasado hermoso donde yo maté la palabra amigo. No me digan que hay mucha gente que puede ser amiga mía. Sí. Yo quise a uno y ese se me fue y me cagó. Como ese, creo que no encuentre otro. ¿Me quiere? Bueno, ya está. A mí dame todos los autos, yo corro, pero la marcha atrás, olvidátela".
En su momento, al describir esta misma reunión con Diego Armando Maradona, Guillermo Coppola aseguró: "Hacía tanto tiempo que no nos abrazábamos con Diego. Fue muy sentido, muy emotivo. Era el abrazo pendiente, el cierre de una película que no se sabía cómo iba a terminar. Los dos leímos ese reencuentro como un mandato de Don Diego. Repasamos delante de la imagen de Don Diego la película de nuestra vida. Fue muy emocionante. (…)"Nos dimos un abrazo, sentados los dos, él me apoyó él sobre su cuerpo y en ese momento, hicimos silencio. Le dije que el silencio era lo que más valía, que vivamos eso en silencio".
Cuando uno no quiere, dos no pueden.