La pica que hay entre Verónica Ojeda (39) y Rocío Oliva (26) ya pasó el punto de no retorno, más allá de que Diego Maradona (56), a través de Matías Morla, haya intentado que depongan las hostilidades mediante una charla telefónica pautada en la última mediación judicial. Lejos de eso, la madre de Dieguito Fernando (4) consiguió que se dictase una medida cautelar que impide a la pareja del Diez acercarse a su hijo. "Esta chica no es confiable para que esté cerca de mi hijo", justificó Ojeda en una nota con Desayuno Americano.
Tras asegurar que Rocío "jamás se disculpó" por supuestos adjetivos descalificativos que dijo sobre Dieguito, Verónica agregó: "Todo puede ser con esta chica, se dan cuenta cómo trata a las personas, a mi persona que soy la madre de Dieguito. Cómo me trata en Twitter, Instagram y todo. Cada vez que habla, lo hace muy mal a mi persona, y la verdad que no me gusta. Ella es agresiva". Es más, la ahora actriz reveló: "El año pasado Diego me contó que habló de vuelta muy mal de Dieguito".
Temas legales al margen, Verónica cerró la entrevista con una picante chicana contra la mujer de su expareja, y exclamó: “Aguanten las correntinas, ¡son divinas!”. Entonces, al regresar al piso, Adrián Pallares explicó la bromita: Verónica Ojeda se refirió de forma elíptica a Gisela Ramírez Méndez (27), una diosa que integra la comparsa Arandú Beleza. Y se explayó: “En Corrientes dicen que Gisela es quien conquistó a Diego. Maradona viajó a Corrientes por un día, se quedó tres. La invitó a tomar champán... Y Rocío no estaba ahí".









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