Hasta 2017, poco se sabía de Antonella Olivera, la hija mayor de Natacha Jaitt. En ese momento, la mediática conductora, que murió en febrero del año pasado en circunstancias que todavía son investigadas, presentó en sus redes a la bella joven, de entonces 19 años.
Con un perfil muy sexy al igual que su mamá, Antonella captó la atención desde un primer momento con su estilo fresco.
Todos querían saber sobre la primogénita de Natacha, esa joven que vivía en Rosario, súper compinche de su mamá y de su tío Ulises, que se definía en su perfil de Instagram como bailarina del caño, fotógrafa y estudiante de abogacía.
Hoy, tres años después, Antonella elige anteponer a su mamá en su bio, a quien presenta como su "ángel guardián” y se da a conocer como actriz.
Y si bien es notable cómo su mirada transmite el dolor por la pérdida que sufrió cuando su vida se dio vuelta hace poco más de un año, su sensualidad se mantiene intacta.
Así lo demuestra en sus posteos en los que comparte con sus seguidores el modo en el que prefiere expresar su deseo y su cuerpo: con total libertad.
Ahora vive en Buenos Aires con su tío y con su hermano Valentín (14) y tiene las mismas inquietudes que cualquier chica de su edad: que al fin termine la cuarentena. "Contando los días", expresó hace unas semanas, ansiosa por poder salir a la calle.