A un año de la muerte de Natacha Jaitt, las causas que la llevaron a ese trágico final todavía son un misterio. Nunca quedó claro todo lo que pasó esa madrugada en el complejo Xanadú, en Villa La Ñata, a donde la mediática llegó con su amigo, Raúl Velaztiqui Duarte, a una reunión de trabajo.
Y fue Velaztiqui Duarte, junto con Guillermo Rigoni, dueño del establecimiento, quienes llamaron al servicio del 911 pidiendo una ambulancia para asistir a Jaitt. Comunicaciones que a los días del episodio salieron a la luz y sorprendieron por sus imprecisione,s que sumaron más confusión al orden de los hechos que la investigación intentaba establecer.
Rigoni fue el primero en llamar al 911: “Necesito una ambulancia urgente. Hay una chica que se desmayó. Parece que no respira”, se lo oía al empresario, con voz balbuceante y entrecortada en el audio que en su momento dio a conocer el canal C5N.
Luego lo hizo un desesperado Velaztiqui Duarte, quien más tarde sería acusado por falso testimonio ante la Justicia.
Rigoni: “Pedí una ambulancia urgente hace rato. Se desmayó una amiga y parece que no respira. ¿Qué edad tiene? 35 (Natacha tenía 41). Me parece que está con drogas o algo así. ¿De qué tipo? Ni idea. Por favor, urgente”
“Estoy en Tigre, en el salón Xanadú. Vine a buscar a una amiga que me llamó que estaba descompuesta y no respira”, dijo, cuando en realidad él la había llevado al lugar. Acto seguido, cuando desde el servicio de emergencias le preguntaron la edad de la persona que necesitaba atención, el llamado se cortó.
A los pocos minutos, Rigoni volvió a llamar. “Pedí una ambulancia urgente hace rato. Se desmayó una amiga y parece que no respira. ¿Qué edad tiene? 35 (Natacha tenía 41). Me parece que está con drogas o algo así. ¿De qué tipo? Ni idea. Por favor, urgente”, se lo oía implorar, desesperado.
Cabe recordar que Velaztiqui Duarte, productor de shows y amigo de Natacha, fue el único que estuvo imputado en la causa pero restultó absuelto.