Claudia Valenzuela abrió su corazón en Desayuno Americano, al hablar de la muerte de su hijo Sale. El pequeño murió en 1994, cuando tenía tan solo 7 años, a causa de un tumor cerebral. Elián aún no había nacido.
Con sus palabras, la mamá de L-Gante conmovió a los panelistas del programa de Pamela David. Y ella misma terminó recibiendo contención cuando rompió en llanto.
EL DESCONSOLADO LLANTO DE LA MAMÁ DE L-GANTE AL HABLAR DE LA MUERTE DE SU HIJO SALE
Pamela David: -Sé que tuviste una pérdida terrible en tu vida, se murió uno de tus hijos, Sale. ¿En qué momento fue? ¿Ya había nacido Elián?
Claudia Valenzuela: -Mi hijo murió en el '94. Elián no había nacido. Él tenía un tumor. Se le declaró cuando tenía 3 años. Falleció a los 7. Fueron 4 años de lucha, de operaciones.
"Mi hijo murió en el '94. Elián no había nacido. Él tenía un tumor. Se le declaró cuando tenía 3 años. Falleció a los 7. Fueron 4 años de lucha, de operaciones".
Pamela: -Después pusiste una fundación, un comedor en su nombre…
Claudia: -Sí, sí. La pérdida de un hijo es de las peores de las pérdidas. Uno como ser humano no está preparado para perder un hijo. En la cabeza tenemos que se nos van a ir nuestros padres, nuestros tíos, nuestros abuelos, pero no un hijo. Es un dolor que nunca se va. Uno puede estar acá, riéndose, divina, pero el dolor lo tenés adentro. Esa persona es el ángel que siempre me protege. Donde yo estoy, él está. En mi casa está la foto de él. Mi casa la protege él.
Pamela: -¿Vos hablás de esto con Elián?
Claudia: -Él no lo conoció, pero él sabe que está. Sabe que su foto siempre va a estar en la casa. Es el protector, alguien intocable. Quizás, Elián no quiere hablar mucho conmigo de eso para no lastimarme.
"Esa persona es el ángel que siempre me protege. Donde yo estoy, él está. En mi casa está la foto de él. Mi casa la protege él".
Él siempre va a estar. Es mi hijo, fue mi hijo... Yo por mi hijo luché esos 4 años de tratamiento, di todo hasta el final. Ahora doy todo hasta el final para apoyar a Elián y a mis otros dos hijos. No hay que olvidarse de ellos.
Pamela (al ver a Claudia quebrada): -Ay, perdón, no era mi intención ponerte mal.
Claudia: -Son cosa de la realidad, de la vida. Es así. Tampoco uno lleva la bandera de lo que me pasó en la vida, no me presento con este motivo. Son cosas de la vida y hay que sobrellevarlas de acá a la eternidad.