Un día después de que se llevara a cabo la multitudinaria marcha que se realizó frente al Congreso para pedir Justicia por el crimen de Fernando Báez Sosa, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Blas Cinalli y Ciro Pertossi -todos acusados de la autoría material del crimen del joven en Villa Gesell- hablaron de cómo pasan sus días en la cárcel.
"Quiero aclarar que en la cárcel no estamos como dicen los medios, que dicen que tenemos aire acondicionado, que tenemos ventiladores, que somos presos VIP cuando en realidad estamos toda la noche escuchando lo que nos dicen otros presos, que nos gritan que tienen precio nuestras cabezas, que Fernando Burlando (abogado de la familia Báez Sosa) los va a defender, que nos quieren violar. Nos gritan de todo por la ventana", declaró Thomsen.
Thomsen: "Estamos toda la noche escuchando lo que nos dicen otros presos, que nos gritan que tienen precio nuestras cabezas, que Fernando Burlando (abogado de la familia Báez Sosa) los va a defender, que nos quieren violar. Nos gritan de todo por la ventana".
Por su parte, Pertossi agregó: "Nos enteramos que en otros penales también tenemos amenazas, o sea que no podemos ir a cualquier lado. Por medio del teléfono que nos da el penal nos enteramos que hasta los propios guardiacárceles nos esperan en otros penales con amenazas. Lo único que tenemos nosotros es miedo de que nos pueda llegar a pasar algo, porque los mismos internos nos dicen que a nosotros nos pueden lastimar y no les va a pasar nada porque el propio Burlando dijo que los defendería".
En cuanto a Cinalli, el detenido dejó en claro sentir temor por lo que pudiera llegar a pasarle a él y el resto de sus compañeros: "Hablo por mí y por todo el grupo. Tenemos todos miedo, por el tema de la cárcel, desde la ventana nos gritan cosas. Nos dicen que nos esperan, que quieren que lleguemos ahí y que todos los penales están iguales. Nosotros estamos separados de la población pero en algún momento nos van a juntar y por eso tenemos miedo. Nada más".
Pertossi: "Nos enteramos que en otros penales también tenemos amenazas, o sea que no podemos ir a cualquier lado. Por medio del teléfono que nos da el penal nos enteramos que hasta los propios guardiacárceles nos esperan en otros penales con amenazas".
"(En el penal) recibimos muchos insultos y amenazas de parte de otros internos por ventanas a la madrugada, a la tarde, a toda hora. Nos quieren asustar afilando las puntas debajo de nuestra ventana, gritando nuestros apellidos reiteradamente, grabando videos esperándonos en los pabellones", cerró Comelli.
El Servicio Penitenciario Bonaerense espera la confirmación de las prisiones preventivas para trasladar a los rugbiers fuera del penal de Dolores donde se encuentran aislados en una celda de alcaldía hacia una cárcel más cercana a sus familias, como alguno de los penales ubicados en la zona de Campana.