A fines de febrero y por voluntad propia, María Eugenia Ritó (41) decidió volver a internarse en un centro de rehabilitación para ganarle a su lucha contra las adicciones. Feliz de su progreso, la vedette habló de los cambios en su tratamiento y sus declaraciones desembocaron en un testimonio de Naiara Awada (23), con quien compartirá pista en Bailando 2017, sobre una historia similar en su familia.
"Espero que esta sea mi última internación. Obviamente el tratamiento sigue de forma ambulatoria, para que yo pueda trabajar. Es un día a día", declaró María Eugenia, quebrada hasta las lágrimas, en un móvil para Intrusos.
"Por más que uno venga voluntariamente al tratamiento, si uno no tiene un apoyo familiar o de amigos, esto no lo puede hacer. La pasé muy mal, fui a fondo sabiendo las consecuencias", agregó.
Alejandro Awada se había referido a su pasado con las drogas en algunas entrevistas. En 2014 le dijo a La Nación: "De los 18 a los 23 años tiré cinco años a la basura. Ahí los jóvenes brillantes tratan de enriquecerse desde todo punto de vista y yo me encargué de destrozar todo lo poco que tenía. Lo cierto es que daña el sistema nervioso central a la larga o a la corta, garpan todos. Es un despilfarro de tiempo, plata y salud. ¿Si me dejó secuelas? Claro que deja. ¿Cómo se sale? Con amor".
En el piso del programa de América se encontraba la hija de Alejandro Awada (55), quien al escucharla a Ritó, contó: "Dejame decir algo. María Eugenia, te admiro muchísimo por haber hecho esto. No sé si se sabe, pero mi papá pasó por eso hace muchos años, cuando era muy chico. Por eso me emocioné cuando empezaste a contar por qué es muy importante la contención. Yo me enteré por las revistas, así que te deseo lo mejor. Sos súper talentosa, así que tenés mi apoyo absoluto, de corazón". La vedette se emocionó al escuchar sus palabras.
Alejandro Awada se había referido a su pasado con las drogas en algunas entrevistas. En 2014 le dijo a La Nación: "De los 18 a los 23 años tiré cinco años a la basura. Ahí los jóvenes brillantes tratan de enriquecerse desde todo punto de vista y yo me encargué de destrozar todo lo poco que tenía. En mi caso, estaba con el mundo del teatro alternativo y la formación era inestable. Ahí es cuando decido tomar el toro por las astas y el terapeuta me recomienda tener un tiempo sabático para recuperarme bien y luego estudiar como corresponde. Así me puse a estudiar con todo". Y agregó: "De aquello que no hay que hacer, desde ya que me quedaron enseñanzas. Lo cierto es que daña el sistema nervioso central a la larga o a la corta, garpan todos. Sólo hablo de mi experiencia y es un despilfarro de tiempo, plata y salud. ¿Si me dejó secuelas? Claro que deja. ¿Cómo se sale? Con amor".