Tras despedirse de Arriba argentinos e iniciar una carrera política, Débora Pérez Volpin eligió trabajar desde las calles y como legisladora porteña para Evolución, el frente que hizo Martin Lousteau, para cambiar la realidad que contaba cada mañana en el noticiero que conducía.
"Siempre intenté resguardar a mi familia, los chicos fueron criados de esa manera. Estar en TV tenía que ver con mi trabajo y con el desarrollo de mi profesión, y si voy a un evento no lo hago para exhibirme sino para disfrutar de un espectáculo o para conducir una gala solidaria".
“Si nos vamos a quedar todos mirando a los políticos, viendo qué mal lo hacen o cómo se descalifican entre ellos, no llegamos a ningún lado. Vengo a sumar y trabajar, y no tengo otra idea que seguir siendo la persona que soy. La que la gente conoce a través de mi trabajo en la televisión”, decía Débora en una nota que dio para la revista Caras junto a su familia, donde por primera vez abrió las puertas de su casa de Caballito.
La periodista posó a pura sonrisa con sus hijos Agustín (20) y Luna (17), fruto de su matrimonio anterior con el camarógrafo de eltrece, Marcelo Funes, y con quien era su pareja desde hacía 6 años, el periodista deportivo de ESPN, Enrique “Quique” Sacco (55). “Siempre intenté resguardar a mi familia, los chicos fueron criados de esa manera. Estar en TV tenía que ver con mi trabajo y con el desarrollo de mi profesión, y si voy a un evento no lo hago para exhibirme sino para disfrutar de un espectáculo o para conducir una gala solidaria”, aseguraba.
"Pretendo que nuestro estilo de vida no cambie. Mi casa es bien de clase media, que recibe a los amigos de mis hijos, vienen todos a estudiar y a hacer trabajos prácticos. Y eso va a seguir siendo así".
“Toda la vida me involucré con ONG’s, como Unicef o Cruz Roja. Pretendo que nuestro estilo de vida no cambie. Mi casa es bien de clase media, que recibe a los amigos de mis hijos, vienen todos a estudiar y a hacer trabajos prácticos. Y eso va a seguir siendo así”, contó, sobre su familia.
“Soy una mamá muy pendiente de mis hijos. Agustín estudia Ciencias de la Comunicación en la UBA. Luna está en cuarto año en la escuela Ecos y tiene pensado seguir Arquitectura en la UBA. Ellos notan más mi ausencia, pero al mismo tiempo están más grandes”, expresaba la periodista.
"Mi papá se llamaba Aurelio, durante muchos años fue director del Hospital Fernández. La partida de mi papá movilizó todo este cambio de vida. Yo lo cuidé mucho. Estaba ocupándome de su salud, de su cuidado".
En la misma entrevista, Débora se quebró al hablar del fallecimiento de su padre, que había sido unos pocos meses atrás: “Mi papá se llamaba Aurelio, durante muchos años fue director del Hospital Fernández. La partida de mi papá movilizó todo este cambio de vida. Yo lo cuidé mucho, y si la propuesta de hacer política hubiese llegado unos meses atrás, habría dicho que no. Estaba ocupándome de su salud, de su cuidado, ahora mi mamá sigue viviendo en la misma cuadra de mi casa. O sea que ellos me eligieron para que los cuide”, contaba, emocionada. “Lo que pasa es que lo de papá es muy reciente. Falleció hace solo dos meses. Es una persona que me marcó un montón, y llegó esta propuesta, esta posibilidad de cambio, que coincide con cómo uno se siente cuando parte un ser tan especial. Me conmovió que todo sucediera en el mismo momento. Fue como si él me lo hubiera mandado”, relataba, a corazón abierto.
Una gran tristeza: mirá las fotos familiares de Débora Pérez Volpin.