Al Damián Betular de pocos años le encantaba mirar Utilisima con su mamá. Ahi anotaba en un cuaderno gordo las recetas que después preparaban en la cocina familiar. El tiempo pasó y a esa pasión le puso casi un compromiso sacro, lo volvió su oficio y selló con un beso de "hasta que la muerte nos separe". Desde Bake Off Argentina, El gran pastelero, comparte en las noches de Telefe ese amor por la pastelería que, como todo amor, es placer pero también renuncia.
En una charla exclusiva con Ciudad el pastelero recuerda sus años donde le tocaba "esperar el colectivo a cualquier hora", mucho antes de ser "el hombre meme" de las redes, como lo bautizó Iván de Pineda cuando visitó su programa. Esa popularidad que explotó en MasterChef Celebrity lo convirtió en la cara tanto de electrodomésticos como de bancos, sus gestos en stickers de WhatsApp y su humor en la carta fuerte para ganarse los corazones del público en pleno estallido mundial del coronavirus.
"Soy 'bendito tu eres' entre estas tres mujeres maravillosas. Pamela Villar fue con quien comencé a hacer pastelería y yo trabajé por momentos para Dolli, la veo desde muy chiquito y la siento una referente. Es un sueño cumplido".
Como si supiera eso que comentan de que la fama es puro cuento (¡si hasta le ofrecieron marquesina, show y temporada!) él cuenta que la felicidad pasa por ser auténtico con quien uno es, invitar a un ser querido a comer lo que uno preparó y que los chicos de primaria le griten "chau Betu" temprano a la mañana.
Sin Utilisima, biromes o cuadernos, Damián Betular se proyecta hacia el futuro y ahora, con seguridad, serán otros quienes sueñen a través de él con merengues como nubes en sus hogares. Como él supo hacerlo una vez.
Foto: Prensa Telefe
-¿Cómo se siente esta tercera temporada de Bake Off Argentina?
-Renovados por la novedad de una nueva integrante en el jurado, el programa es diario y es un Bake Off muy distinto a los otros dos. Está buenísimo renovarse. Es la primera vez que se hace el formato de forma diaria en todo el mundo. Fue un éxito de producción de WarnerMedia Latin America y Telefe hacerlo todos los días diseñando todos estos desafíos. Los pasteleros fueron sometidos a la presión, a los hornos, a los fríos, a las estructuras. Parece un Bake Off nuevo.
"En lo profesional mi sueño está más que cumplido, que es el de un chico que vino del interior y se encontró con todo esto. Muy agradecido".
-¿Cómo fue la incorporación de Dolli Irigoyen?
-Ya soy “bendito tu eres” al estar entre tres mujeres maravillosas (risas). Pamela Villar fue con quien comencé a hacer pastelería y yo trabajé por momentos para Dolli. A Dolli la veo desde muy chiquito y la siento como una referente. Es un sueño cumplido tener a las tres generaciones de pasteleros frente a los participantes y poder ayudar a los pasteleros con nuestra experiencia y darles consejos.
"Lo más maravilloso es que yo salgo muy temprano de casa y vivo al lado de un colegio. Todos los nenitos a la mañana me dicen 'chau, Betu' y para mí es el mejor regalo que puedo llegar a tener".
-¿Cómo son los perfiles de los participantes de esta temporada?
-Desde que las grabaciones comenzaron ya nos fuimos dando cuenta de la onda de los chicos y las chicas. Hay pasteleros y pasteleras de todo el país, cada uno con sus sueños. Los catorce son totalmente diferentes, hay mucho histrionismo, nos emocionamos y lloramos un montón. Todo está a flor de piel porque la exigencia es otra al estar todos los días compitiendo. La pastelería necesita más horas de cocción, por eso los desafíos duran entre dos y tres horas. Pasamos por todos los estados de ánimo y ahí se ven las personalidades de los catorce, que son todos muy buenos. Va a ser difícil elegir al mejor pastelero o pastelera amateur de Argentina.
¡Cuidado Topa y Xuxa! Damián Betular, el ídolo jamás pensado de los más bajitos
-¿Cómo te sentís con esta popularidad que te llegó gracias a la televisión?
-Me siento muy feliz por poder encarar otro proyecto junto a Telefe. Bake Off es como mi casa, es el primer reality fuerte que yo hice de cocina y fue lindo volver a la locación después de todo lo que pasó en el mundo. Yo recuerdo que la otra temporada arrancó cuando comenzó la cuarentena en este país y está bueno ser parte de la familia, poder unir a la gente frente a la pantalla y el poder dar un mensaje. En lo profesional mi sueño está más que cumplido, que es el de un chico que vino del interior y se encontró con todo esto. Muy agradecido. Lo más maravilloso es que yo salgo muy temprano de casa y vivo al lado de un colegio. Todos los nenitos a la mañana me dicen “chau, Betu” y para mí es el mejor regalo que puedo llegar a tener, por así decirlo, de la fama.
"Al mundo no hay que explicarle absolutamente nada. Tenemos que estar en una etapa donde no tenemos nada que contar, ni que explicar, ni rotular. No creo que haya que salir de ningún placard, ni de ningún lado porque uno no estaba guardado".
-¡Sos el héroe de los niños!
-Me voy a transformar en un Topa. Sería un Topa mezclado con Xuxa (risas). Igual el otro día me encontré con una señora de muchos años que miraba Bake Off y MasterChef y me parece que estos programas, por una hora o una hora y media, hacen que la gente está en otro lado. La gente está en otro lado, viendo cómo hacen tortas, cómo cocinan y la gastronomía es muy lúdica. A mí me ha ayudado el trabajar cuando uno no está tan bien. Trabajar con las manos, preparar algo uno y que el otro la coma es un verdadero amor. Eso es maravilloso y la gente lo nota.
"Tuve una crianza muy feliz donde siempre apoyaron mis sueños y eso era lo que importaba. Solo hay que ser felices y ayudar a los sueños de la gente".
Damián Betular y el orgullo por ser quien es
-Vos sos un hombre abiertamente gay, lo vivís con naturalidad, pero todavía existen en la sociedad muchos prejuicios. ¿Te sentís una inspiración para muchos chicos y chicas, incluso del interior del país como vos, que pueden ver en vos a un referente de éxito?
-Yo creo que al mundo no hay que explicarle absolutamente nada. Tenemos que estar en una etapa donde no tenemos nada que contar, ni que explicar, ni rotular. Yo tuve una crianza muy feliz donde siempre apoyaron mis sueños y eso era lo que importaba. No creo que haya que salir de ningún placard, ni de ningún lado porque uno no estaba guardado. Eso es lo que tenemos que sacarnos de la cabeza, solo ser felices y ayudar a los sueños de la gente. Si yo puedo llegar a inspirar a alguien que tiene en la mente, ponele como tenía yo con el venir a la “gran ciudad” y que la vaya bien en su trabajo, me pone feliz.
"Pasaron muchos años y uno mira para atrás y dice 'guau' desde la época que tomaba el colectivo a cualquiera hora de la noche. Hay mucho que se dejó atrás, mucho que se dejó de lado".
-¿Cómo fue ese camino?
-Yo no esperaba todo esto que me está pasando y lo tomo como un re regalo. Yo tenía ganas de llegar a la “gran ciudad” y vivir de lo que amo, que es ser pastelero. Después todo lo otro fue un bonus track. Eso es lo más maravilloso que me pasó, rodeado siempre de mucho amor de mis padres y de mis amigos. Así fui construyendo. Ya pasaron muchos años y uno mira para atrás y dice “guau” desde la época que tomaba el colectivo a cualquiera hora de la noche. Uno no llegó un día para el otro y te dijeron “vas a hacer Bake Off”. Hay mucho que se dejó atrás, mucho que se dejó de lado. Muchas fiestas, reuniones familiares, no ver a mi familia tan seguido, porque yo los tengo a 300 kilómetros. Son cosas que si pueden inspirar a otro, bienvenido sea.
Foto: Prensa Telefe
¡Damián Betular, en el horno! Bake Off Argentina versus MasterChef Celebrity
-Bake Off Argentina y MasterChef Celebrity fueron formatos reformulados que pasó de ser semanales a diarios. ¿Qué diferencia encontrás entre uno y otro?
-Una de las mayores diferencias es que estamos al aire libre. Estamos en un campo, en una carpa donde todo es más ameno y más amable. Está bueno que sea un formato diario donde nosotros como la gente va a poder descubrir mucho más de los catorce participantes, los va a ver día a día compitiendo, emocionándose, riéndose y por ahí no pasándola tan bien. El formato diario hace que lleguemos a ese domingo, a esa eliminación y a la elección del pastelero de la semana, con la decisión más clara después de verlos durante varias performances.
"¡Me encantan los memes! (risas) Mi papá y mi mamá me mandan mis stickers todo el tiempo y nos comunicamos con eso porque ellos son muy expresivos. Los argentinos somos maravillosos para eso. Son cosas que te dejan eterno".
-¿Juzgás diferente a los famosos, muchos con grandes personalidades y egos, que a las personas no famosas que participan en Bake Off?
-A mí me encantan las dos cosas. Al famoso uno lo conoce un poco más y sabe con lo que se puede encontrar. Para mí lo maravilloso de que el participante sea amateur y que no sea una celebridad es que vos les vas a ir descubriendo las personalidades. Puedo asegurar que más de uno que está en la carpa sería una celebrity. Tienen un histrionismo y un manejo de la situación que es maravilloso (risas).
Damián Betular, el rey de los memes que quieren en la temporada teatral
-¿Te gusta ser protagonista de videos virales y de memes?
-¡Me encantan los memes! (risas). Me parecen geniales. Mi papá y mi mamá me mandan stickers todo el tiempo y nos comunicamos con eso porque ellos son muy expresivos. Los argentinos somos maravillosos para eso, para los stickers y los memes. Yo no los tengo, pero me muestra, por ejemplo, mi dentista un grupo de WhatsApp donde habían puesto cuatro stickers míos en un grupo de dentistas que no tenía nada que ver. Son cosas que te dejan eterno y me divierten mucho.
"Tuve propuestas de todo tipo, agradecí un montón, pero por ahora sigo conservando mi oficio, al cual amo. Por ahora mi rol como humorista, actor o algo de eso, no lo tengo. Esa parte la dejo para los reality".
-¿El mostrar tu histrionismo en cámara hizo que te lleguen ofertas para hacer un espectáculo o actuar?
-Hubo varias. A mí me encanta hacer tele, me divierte y es una exposición linda para que se conozca nuestro oficio, pero yo soy pastelero. Me divierte lo que esté relacionado a lo culinario. Por ahora mi rol como humorista, actor o algo de eso, no lo tengo (risas). Esa parte la dejo para los reality culinarios, que ojalá vengan muchos más. Tuve propuestas de todo tipo, agradecí un montón, pero por ahora sigo conservando mi oficio, al cual amo.
-¿Querían que debutes en una tira?
-Era teatro. Hubo propuestas para hacer teatro, para hacer un show.
"Mi corazón está tranquilo, está solo. En un año voy por mi tercer reality, más todas las cosas que tenía antes como preparar mi libro, abrir mi pastelería. Voy tranquilo porque las cosas llegan cuando tienen que llegar".
-¿Te ofrecieron hacer temporada en Mar del Plata?
-Puede ser (risas). ¡Es un montón!
Foto: Prensa Telefe
El corazón de Damián Betular
-¿Estás enamorado? ¿Estás en pareja?
-Mi corazón está tranquilo, está solo. No tengo tiempo porque terminamos MasterChef y arrancamos con Bake Off, que lleva mucho tiempo y son muchas horas de grabación. Es una hora y media para llegar al campo, ida y vuelta, y los fines de semana tengo un montón de compromisos que tenía antes. Recién se cumplió un año de que yo empecé a grabar la primera temporada de MasterChef Celebrity y ya voy por el tercer reality, más todas las cosas que tenía antes como preparar mi libro, abrir mi pastelería. Así que voy tranquilo porque las cosas llegan cuando tienen que llegar.
"Suena a monja que diga que estoy casado con mi profesión, pero puede variar, eh. No digo divorciarme, pero en algún momento hay que ver cómo podemos convivir todos".
-Vos siempre decís que estás “casado con tu profesión” y suena a…
-¡A monja! (risas). Pero puede variar, eh. No digo que me voy a divorciar, pero en algún momento hay que ver cómo podemos convivir todos. Ya va a llegar.
Betular y una controversia de la pastelería. ¿El macaron es el "primo cheto" del alfajor?
-Vos sos conocido como el “rey de los macaron”. ¿Te enoja que la gente diga que los macarons son unos alfajorcitos, casi como con desprecio?
-Bueno, son unos alfajorcitos. Tienen dos capas de masa y una de relleno. Serían como unos alfajorcitos franceses y nosotros tenemos los nuestros. Ellos tienen su alfajor que es el macaron. A mí me parece que las cosas hay que llamarlas por su nombre y no hay que tomarlas como una tragedia. Son diferentes cosas, pero dos capas de masa y una de relleno, es un alfajor.
"Que cada uno coma y haga lo que le haga bien. Uno no es ni más ni menos por comer un macaron o un alfajor de dulce de leche. Que sean felices".
-Hay una polémica de “macaron sí o macaron no”, si es mejor o peor que un alfajor. ¿Pueden convivir?
-Pueden convivir todos y vuelvo a la pregunta anterior. Que coma y que haga cada uno lo que le haga bien. Uno no es ni más ni menos por comer un macaron o un alfajor de dulce de leche. Que sean felices.