Con un sueño entre sus manos, Daisy May Queen (50) decidió dejar su carrera de locutora en la Argentina para aventurarse a una nueva etapa de su vida en la India, donde vive desde hace 3 años. Ahora, en una visita a su país natal para acompañar a su papá Héctor en su cumpleaños, la famosa habló de su intimidad.
“Se puede ser feliz sin tener sexo. Cuando llegue a la India salí con un chico. Después empecé a sentir que no necesitaba tener sexo. A veces tu vida gira alrededor del sexo pero yo no siento esa necesidad aunque la he sentido antes. No estoy cerrada a tener una relación, pero no quiero tener sexo porque sí. No me interesa poner mi energía en algo irrelevante”.
“Me di cuenta de que se puede ser feliz sin tener sexo. Cuando llegue a la India salí con un chico. Después empecé a sentir que no necesitaba tener sexo. A veces tu vida gira alrededor del sexo, pero yo no siento esa necesidad aunque la he sentido antes. No estoy cerrada a tener una relación, pero no quiero tener sexo porque sí. No me interesa poner mi energía en algo irrelevante”, declaró Daisy en diálogo con la revista Pronto.
Además, May Queen, quien en la India es vendedora de pastelería vegana -proyecto en el que es una activa militante y con el que se gana la vida- hizo un profundo análisis: “Descubrí que el enamoramiento es una cuestión física y reproductiva. No relaciono el enamoramiento con el amor”.
“La última vez que me enamoré la pasé tremendo. Enamorarse no es lindo del todo. Hay una parte maravillosa, pero por otro lado no está bueno aún si sos correspondida. Porque enamorarte te ciega. Salí cinco años con alguien en Buenos Aires, antes de irme, y esa fue mi última historia grande”.
“La última vez que me enamoré la pasé tremendo. Enamorarse no es lindo del todo. Hay una parte maravillosa, pero por otro lado no está bueno aún si sos correspondida. Porque enamorarte te ciega. Salí cinco años con alguien en Buenos Aires, antes de irme, y esa fue mi última historia grande”, agregó.
Por último, Daisy May Queen reveló que no tuvo hijos por elección: “Somos bastantes en el mundo para seguir procreando. Hay súper población y no sé por qué nadie habla de eso. Además nunca tuve la necesidad de ser madre. Y tampoco hubiera sido una buena madre, porque sé que no. Además, no podría hacer lo que hago. Ahorré mucho tiempo para irme a India, aunque tres años antes entraron a mi casa y me robaron todos los ahorros. Así que me fui con una mano delante y otra atrás. Me fui con incertidumbre y poca plata, pero con todas las ganas. Traspasé la barrera del miedo y estoy feliz”, cerró.