Brilló en Relatos salvajes, Señores papis y sigue arriba del gran éxito teatral que viene siendo desde 2011 Toc Toc. Diego Gentile (38) se muestra como un actor versátil, capaz de hacerse cargo de los roles tan diferentes que le exige la ficción. A la hora del sexo no es muy distinto: según cuenta, la capacidad de diversión y la entrega son fundamentales.
En un alto de los ensayos de, el unipersonal inspirado en el historial criminal de Carlos Robledo Puch con el que subirá a escena durante cinco viernes en el teatro El Extranjero, el actor aceptó la propuesta de Ciudad.com en una divertida charla donde dejará en claro que el sexo, para él, es una cosa muy seria.
1) ¿Cómo fue tu primer beso?
-Se dio a los 12 años con Romina, una noviecita del barrio de Floresta, y pasó en mi cuarto. Fue muy patético, porque me acuerdo que después de que me dio el beso fui a la cocina donde estaba mi vieja lavando los platos y le di la novedad. Se lo conté y me dijo, sin girar siquiera, 'ya era hora', una cosa muy querible de parte de mi madre (risas).
"Cuando estaba iniciándome en el sexo pensaba que literalmente duraba dos segundos. Con mi novia nos echábamos culpas, yo diciéndole que era frígida y ella diciéndome que era eyaculador precoz. ¡Una mier...!".
2) ¿Cómo recordás tu primera historia de amor?
-Fue con Lorena, mi primera novia. Salimos 4 años y nos conocimos porque estudiábamos juntos en la escuela de teatro de Agustín Alezzo. Ella tenía 15 y yo 13 años, éramos muy amigos al principio. Éramos los pesados de la fiesta, los dos gorditos, de joggineta, una mierda, una cosa espantosa (risas). Vivíamos cagándonos de la risa, los típicos que no éramos el centro de atención de la fiesta porque nos amaran, sino porque éramos los que querían echar. La gente pensaba que éramos hermanos, porque los dos teníamos rulos y éramos rubios. Empezamos sin siquiera una declaración de amor, fue algo como "me gustás", "vos también". Hoy nos adoramos y es una de mis mejores amigas. Cuando nos reecontramos un año después se dio un vínculo que excedía lo sexual, un amor puro.
3) ¿Cómo fue tu primera vez? ¿Y la última?
-Mi primera vez fue a los 15 años recién cumplidos, precisamente con mi primera novia (Lorena) y esta vez no fui a contarle a mi mamá, le tocó a mi papá (risas). Fue muy torpe, más allá de que había mucha confianza y los dos éramos vírgenes. Uno espera que la primera vez sea con dolor y sangre, y esas cosas que vas leyendo o te van diciendo. No pasó nada de eso y entonces, yo me empecé a perseguir de que ella no era virgen. Lorena me decía 'boludo, te juro que no hice nada antes'. El tema era que ella había hecho mucha equitación y a veces pasa que el himen se puede romper. El himen te lo puede romper el caballo, sí (risas). ¡Me va a matar Lorena cuando se entere que conté esto! En esos años también pensaba que era eyaculador precoz porque no aguantaba nada. Entonces nos empezamos a echar culpas, yo diciéndole que era frígida y ella diciéndome que era eyaculador precoz, todo esto a los 15 años. Había mucha calentura y así estuvimos un tiempo, hasta que se fue acomodando todo. Yo le echaba la culpa a la temperatura porque literalmente duraba dos segundos, ¡una mierda! (risas). ¿La última vez? Fue en mi casa, el domingo pasado y con amor. Estoy en pareja desde hace un año y cuatro meses. Es una relación muy plena, una relación de crecimiento, compañerismo y diversión.
4) ¿Qué fantasías sexuales pudiste cumplir y cuáles te faltan?
-Cuando pienso en fantasías se me arma una cosa muy de película porno y de orgía. Nunca hice nada de eso, siempre estuve en pareja, de a dos. Pasada la adolescencia me di cuenta de que lo que me gustaba era armar una historia de amor aunque sea de una noche, había una necesidad de conectar que no sea sólo sexual, jugar el jueguito del amor aunque sea por 20 minutos. Un día un analista me dijo que, muchas veces, estaba bueno dejar las fantasías en ese terreno. Pendiente es armar la mega porno, pero eso lo dejo para mi cabeza, para mi eso es autosatisfacción.
5) ¿Qué opinás de la masturbación? ¿La practicás?
-Me parece un diez (risas). Tiene que ver con explorarse, conocerse, con poder guiar a quien está frente tuyo para que vos sepas lo que te gusta, por más que después te dejes sorprender. Es altamente recomendable. Tengo amigos muy vinculados con su sexualidad, pero cuando una amiga me dijo que no se tocaba le salté a la yugular. "¿Cómo que no te tocás, boluda? No te digo que te prendas unas velas y que armes todo un plan romántico, pero hay que tener un poquito de curiosidad aunque sea", le dije. Yo me "curiosié" mucho y continúo "curiosiándome", es una buena práctica antes de dormir (risas). Tomo de forma muy natural la sexualidad, para mí es como comer chocolate, hay algo en las endorfinas que está bueno experimentar.
"La masturbación me parece un diez. Yo me 'curiosié' mucho y continúo 'curiosiándome', es una buena práctica antes de dormir".
6) ¿Qué disfrutás a la hora del sexo y qué te deserotiza?
-La torpeza me mata, cuando no hay control del cuerpo me aburre mucho. La falta de humor me la baja, no llego a nada si no me divertí, si no me reí. Es lo más cuando a la mitad del hecho sexual te mirás y te reís, esos momentos de paréntesis donde hay un código. El humor sienta una base que te predispone bien, es como estar entonado de alcohol. El humor es como colocarte en una nube donde está todo bien. En el sexo pasa como en la actuación, cuando vos ves a un actor que labura solo, es un embole. Es lindo cuando uno se adapta a lo que le propone el otro, se van nutriendo y la cosa avanza. Si vos venís con una energía que es muy diferente a la que yo quiero y no te adaptás a lo que te contrapropongo, se da una cosa torpe. No me gusta esto de querer imponernos, en vez de querer sumarnos. La falta de adaptación me mata. Y de lo que disfruto y me cachondea mucho es filmarme, pero he borrado los videos al instante. Si salen a la luz, bánquenme a que se mueran mis viejos (risas).
7) ¿Cuál fue el lugar más extraño o más particular donde hiciste el amor?
-Fue en unas vacaciones, en una carpa en una playa de Pinamar, y resultó una mierda porque se llenó todo de arena, la carpa estaba fría, escuchábamos ruidos, era un embole. También lo hice en el cine cuando fui a ver La playa de Leonardo Di Caprio, fue en una sala bastante llena y estábamos en la última fila. En un momento estábamos viendo la peli, después la peli empezó a no importar mucho, una mano va, una viene, comenzó el franeleo, nos miramos y pasó algo (risas). También experimenté en un micro, de noche, con una frazada o una campera haciendo una especie de carpita.
"Me gusta estar en bolas, de hecho duermo en bolas y me gusta que duerman así conmigo. En invierno crudo, en bolas. Me gusta la acción de desnudar, pero no me cachondea la ropa erótica. Soy directo, me gusta tocar el cuerpo desnudo".
8) ¿Alguna vez fuiste infiel? ¿Te fueron infiel?
-Muy poco. Tengo una historia personal y de mis padres con esa cuestión, por lo que respeto mucho ese pacto. Vi sufrir mucho a gente de mi familia a causa de la infidelidad y de chiquito, por eso me quedo esto de cómo se puede dañar a una persona con la que en un momento pensaste armar una familia. En mi vida fui infiel cuando me enteré de que me eran infiel, después al tiempo me separé. Creo que antes de ser infiel a alguien que querés, te tenés que sentar a charlar. Tampoco creo en las parejas abiertas, porque me parece que es un permiso de mamá y papá para hacer lo que quieras. Si querés hacer lo que quieras, bancátela solo. Yo soy celoso, me imaginaría que la otra persona está cog… todo el tiempo con otras personas.
9) ¿Creés que son importantes las medidas del pene en una relación sexual? ¿Cómo te trató la crítica en tu caso?
-Más que la medida, me parece que es importante el uso, no sólo del pene. Desde la mirada hasta dormir cucharita. No he tenido quejas por lo mío (risas). Obviamente cuando uno va avanzando, vas experimentando más y te vas dando cuenta de qué es lo que tiene más rating (risas). Uno sabe en qué es más fuerte y en lo que tiene que laburar.
10) ¿Cuál es tu ropa de batalla?
-Ninguna. Me gusta estar en bolas, de hecho duermo en bolas y me gusta que duerman así conmigo. En invierno crudo, en bolas. Me gusta la acción de desnudar, pero no me cachondea la ropa erótica. Soy directo, me gusta tocar el cuerpo desnudo.