No hay risas cuando lo confiesa. Lo dice con la fe del creyente, pero con la certeza de quien pidió pruebas al cielo y sus plegarias fueron escuchadas. El secreto le fue revelado a Alejandro Müller (56) y en el Cuestionario Sexy de Ciudad.com devela una pregunta milenaria. ¿Si existe Dios? ¿Para qué vinimos a la Tierra? ¿Es posible la paz mundial? ¡Nada de eso! El tipo sabe lo "importante": ¿qué es lo que quiere la mujer, cuál es su máximo deseo, cómo un hombre puede llegar al centro femenino?
A instantes de entrar a escena con Mamá decía, la obra que protagoniza con Diego Pérez en el CPM Multiescena -en calle Corrientes- y que lo llevará en el verano a Mar del Plata, el actor que se ganó el sobrenombre de "Huevo", gracias a su recordado papel en Valientes, cuenta cómo explorar en la psicología femenina le sirvió para afianzar sus armas de seducción; cómo conquistó a su joven novia de 21 años; los condimentos que elige ponerle a la intimidad de su pareja; y la osada fantasía que espera en algún momento cumplir. Y una curiosidad: ¿por qué considera que la conquista de la mujer comienza en el oído?
1) ¿Cómo fue tu primera vez?
-Me acuerdo que para mi primera vez mi hermano me quería llevar a un lugar para que tuviera mi debut, pero yo era muy purrete y me negué. Debuté a los 16 o 17 años y fue raro porque no tenía mucha información. En ese momento no tenía demasiada comunicación con mis padres, no se hablaba de sexo. No fue traumático, pero tampoco fue algo muy agradable.
"Yo tenía una pileta en mi casa y era habitual hacer el amor en el agua. También lo hice en el ascensor, en el auto, en la terraza y al aire libre. En una época me gustaba mucho todo eso".
2) ¿Cuál fue el lugar más raro donde hiciste el amor?
-Yo tenía una pileta en mi casa y era habitual hacerlo en el agua. Lo hice en el ascensor, en el auto, en la terraza, al aire libre. En una época me gustaba mucho todo eso, ahora no tanto. Me da un poquito de pudor. Antes me gustaba ese peligro, ahora estoy un poco más viejo (risas).
3) ¿Has sido infiel? ¿Te tocó ser el engañado?
-El engaño no lo perdonaría, la infidelidad tal vez. No me gustaría que me mientan, ocultar algo no tiene vuelta atrás. Dudo que pueda soportar una infidelidad, pero creo que tendría que ver el contexto, la situación, el momento de la pareja. Lo que no perdonaría es el engaño, la mentira. Alguna vez fui infiel pero con parejas no demasiado estables. Estando en pareja, soy fiel. Tengo mis fantasías y por ahí puedo coquetear, pero si estoy en pareja no voy a llegar a absolutamente nada. Para mi novia el coqueteo es una infidelidad (risas). Hacerme "el gato", como dice ella, es sinónimo de infidelidad; para mí no, pero respeto su posición.
"Siempre tuve una fantasía, que nunca la pude lograr porque no me animé, que es hacerlo a la noche en un puente peatonal, de esos que cruzan las autopistas. Me da un poco de cagazo, sobre todo el poner en riesgo a la dama. Algún día lo haré".
4) ¿Qué fantasías te faltan cumplir?
-Tengo un montón. Lo malo de las fantasías es que cuando se hacen realidad pierden la gracia. Siempre tuve una fantasía, que nunca la pude lograr porque no me animé, que es hacerlo a la noche en un puente peatonal, de esos que cruzan las autopistas. Me da un poco de cagazo, sobre todo poner en riesgo a la dama. Algún día lo haré...
5) ¿Qué te pone de buen humor a la hora del sexo? ¿Qué te deserotiza?
-Me pone de buen humor que ninguno de los dos tengamos muchas vueltas con el sexo. Siempre hay muy buena predisposición, sobre todo ella. Tiene 21 años, mucha energía y para mí esa es una gran ventaja. Me deserotiza si hay mala onda, si no hay un buen contexto o hubo una discusión, que tampoco es muy habitual. ¿Si hay alguna prenda que me deserotice? Algún jogging, pero en general no pasa porque es muy cuidadosa en ese aspecto. Yo tendría que pedirle disculpas a ella porque soy bastante zaparrastroso y ando por toda mi casa con una joggineta.
"Tenemos unos chiches que nos han regalado. No tengo problemas con eso. Yo recomiendo cualquier cosa que sirva para el entretenimiento en la pareja. De vez en cuando está bueno entretenerse con un chiche".
6) ¿Te interesan los juguetes sexuales?
-Sí, tengo y los uso con ella. Tenemos unos chiches que nos han regalado. No tengo problemas con eso. Yo recomiendo cualquier cosa que sirva para el entretenimiento en la pareja. Todo lo que no moleste al otro está perfecto, si se hace de a dos y está consensuado. De vez en cuando está bueno entretenerse con un chiche.
7) ¿Te interesa la pornografía o la literatura erótica?
-Sí, me llaman la atención. No soy un enfermo, pero soy lector y también miro. No conozco al hombre que no le guste la pornografía, que se hagan los boludos y digan que no les gusta es otra cosa (risas). Puedo mirar en pareja, pero es una actividad más bien intimista.
8) ¿Cuál es el mejor sexo: el que se hace con una pareja o el que se da con alguien ocasional?
-Está bueno estar en pareja porque es alguien que te quiere, que te espera y soy feliz así, pero cuando no estoy enamorado también la paso bien. Ninguno de los dos es mejor, son distintos. Cuando estás en pareja tenés la confianza, la tranquilidad y la paz, que quizás de otra forma no las tenés.
"Me especialicé en la mujer porque toda mi vida viví rodeado de mujeres. Todo hizo que pueda aprender mucho de la mujer a la hora de seducir y en saber qué quieren. La mujer quiere entrega, que el hombre se entregue y ser escuchada. No mucho más que eso. Uno tiene que saber escuchar y callarse la boca".
9) ¿Cuál creés que es tu fortaleza a la hora de seducir?
-Me da un poco de vergüenza y eso que dije cualquier cosa (risas). Creo que es el conocimiento. Me especialicé en la mujer porque toda mi vida viví rodeado de mujeres: mi padre falleció joven y tenía una madre muy matriarcal. Tengo una hermana, dos hijas mujeres, sobrinas. Todo hizo que pueda aprender mucho de la mujer a la hora de seducir, en saber qué quieren. La mujer quiere entrega, que el hombre se entregue y ser escuchada. No mucho más que eso. El hombre tiende en general a decir “no, vos tenés que hacer esto”. Uno tiene que saber escuchar y callarse la boca.
10) ¿Cuál es la mejor forma de llegar al 'punto G' de una mujer?
-Técnicamente creo conocerlo, pero es más una cuestión psicológica. No es sólo un punto estratégico, es una ecuación de cosas. Los hombres somos muy animales, todo pasa por el pito y los ojos, todo lo demás está al pedo. La mujer no, todo le pasa por el oído, el gusto, el olfato, la piel. Los hombres somos más cuadrados porque nos pasa por lo visual y lo genital. Si nosotros podemos abstraernos de eso y prestar atención a lo que ella realmente desea, el éxito está ahí.