Lejos del personaje serio y filoso que construyó en la televisión, Marcelo Polino participó de Divina Comida, el reality de Telefe, y sorprendió a algunos de los invitados famosos con su historia de vida, luego de que Silvina Escudero le preguntara si ya desistió de la idea de adoptar.
"El tema de la adopción, el de tener un hijo, lo tomé por el lado de devolverle un poco a la vida todo lo que yo recibí. Yo vengo muy de abajo, soy del interior como mucha gente, y cuando vine a Buenos Aires no tenía ni para comer, prácticamente; dormí en las plazas mucho tiempo. No tenía dónde dormir", comenzó diciendo el periodista, recordando su mudanza de Tres Arroyos a Capital Federal, persiguiendo su sueño de ser famoso.
"Yo vengo muy de abajo, soy del interior, como mucha gente, y cuando vine a Buenos Aires no tenía ni para comer, prácticamente; dormí en las plazas mucho tiempo".
Ante la reacción de Escudero y José María Muscari, que desconocían esa etapa de su vida, Polino amplió: “Al principio vine a vivir a la casa de mis padrinos. Ellos apenas me conocían, ellos eran de Capital y yo del interior, y al año me invitaron a que me retirara, como correspondía. Yo tenía 17 años, pero una vez que pisé Capital no me quería volver. Mis padres estaban separados: a mi papá no lo conocía y mi mamá vivía en Tres Arroyos. No tengo hermanos. Pero yo sabía lo que quería, quería ser famoso. Porque cuando yo vivía en el interior pensaba que ser famoso me iba a acercar a la felicidad, que estar en la televisión me iba a hacer feliz. Y no hay nada más lejos en la vida que eso. Cuando el minuto a minuto te corre, cuando no rendís con lo que hacés, te echan. Es el lugar menos indicado para ser feliz”. Antes de finalizar este capítulo de su historia, Marcelo señaló: "Mi objetivo era ser famoso, yo estaba en la plaza, pero decía 'voy a llegar, voy a llegar y voy a llegar'. Logré todo lo que quería".