El miércoles 29, los diez rugbiers imputados por crimen de Fernando Báez Sosa (19), joven al que mataron tras darle una brutal golpiza, fueron trasladados a la cárcel de Dolores, en donde permanecerán aislados de los otros reclusos hasta que se les dicte prisión preventiva.
Un día después, los padres de los detenidos fueron al penal a visitar a sus respectivos hijos. "Estaban alcoholizados. Esto fue una tragedia, no son asesinos", declaró el padre de Máximo Thomsen, uno de los deportistas más comprometidos.
"Seguramente muchos de los padres que hoy van a visitar a estos tipos a la cárcel van a perder la vida antes de verlos en libertad. Y eso también lo generan estos asesinos".
Al escuchar sus palabras, Fernando Burlando, abogado que representa a Fernando, emitió una fuerte frase al respecto. "El resultado indica que no son asesinos no comunes, porque son asesinos cobardes, cagones, gente que realmente merece morir en la cárcel con cadena perpetua", dijo el letrado en el programa Terapia de Noticias, de LN+. Y remarcó con dureza: "Y fijensé lo que genera todo esto, porque seguramente muchos de los padres que hoy van a visitar a estos tipos a la cárcel van a perder la vida antes de verlos en libertad. Y eso también lo generan estos asesinos".