El lunes 18 de mayo, la actriz y conductora Natacha Durán fue encontrada muerta en el piso del baño de su casa en Playa del Carmen, tras sufrir un accidente doméstico del que no se dieron mayores detalles.
Natacha, que se hizo famosa en los años noventa en programas como Rompeportones y El nieto de Don Mateo, vivía desde hace seis años en México, al igual que su madre. Allí trabajaba para el Instituto de Cultura y las Artes de Playa del Carmen, cantando en shows privados y eventos.

En medio del dolor por la partida de la artista, Teleshow habló con una de sus amigas más cercanas y una de las últimas personas en contactarse con ella, una drag queen llamada Shiva que contó que Natacha solía comunicarse con sus amistades para rezar juntos a la distancia. Un hábito que se había intensificado con la pandemia de coronavirus, situación que frustró el viaje que planeaba hacer a Buenos Aires para estos días.
"Éramos de esos amigos de llamarnos, de ver cómo estábamos”, contó Shiva, que desmintió de plano la versión lanzada por un medio que planteaba que Durán habría muerto de Covid-19.

“No, no, nada de eso. Si yo hablé con su mamá. Ella la encontró...”, aseguró. Y contó que su amiga acostumbraba a darse un baño antes de irse a dormir, por el calor agobiante del Caribe.
Al parecer, lo que pasó en la noche del lunes fue que Natacha resbaló al entrar a la bañera y recibió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó la muerte. “Cuando hablé con Meneka (su madre), me contó que Natacha siempre le decía que iba a morir joven. No le explicaba nada más. Solo le decía que tenía esa intuición”, reveló, triste por la pérdida de su querida amiga a quien definió como “una busca”.
“Ella era así. Iba a los tablaos, cantaba y bailaba. Trataba de explorar el mundo artístico en todas sus facetas”, aseguró.