Luego de convertirse en el último eliminado de MasterChef Celebrity 2, Fernando Carlos analizó su paso por el programa de Telefe y dio detalles de cómo sintió su desempeño frente a Germán Martitegui, Donato De Santis y Damián Betular.
“La primera vez que me solté o me desahogué, fue en la prueba de bingo que me tocó cocinar con 26 ítems entre los dos cartones y ahí pensé en un momento en medio de la prueba ‘me voy, dejo la cuchara, apago el horno y me elimino solo’. Pero volví y me dije, ‘lo presento como sea’. Porque es tal la presión que uno se impone para cumplir con la prueba, para no pasar papelones que no soportás”, se sinceró el periodista en diálogo con Por si las moscas, el ciclo radial que se transmite por La Once Diez.
“A mí me marcaban muchos errores, es cierto. En general me los marcaban bien, pero algunas veces me pregunté a mí mismo, ‘¿cómo me tomo esto que me están diciendo?’. Me pasó una vez que Martitegui me dijo que yo había ‘tirado’ las verduras al lado de una calabaza y le dejé en claro que podía no gustarle lo que hice, pero no lo tiré. Lo mismo me pasó cuando me dijo que mi optimismo le parecía preocupante, que le preocupaba que yo no entendiera nada”, agregó.
"A mí me marcaban muchos errores, es cierto. En general me los marcaban bien, pero algunas veces me pregunté a mí mismo, ‘¿cómo me tomo esto que me están diciendo?’".
“Muchos me marcaban que a mí no me perdonaban nada y a otros sí, y que me decían de todo. Yo en las grabaciones por ahí estaba tan enquilombado con mi propia isla y no me daba cuenta. Pero ahora, de afuera, mirando el aire y leyendo las redes, me doy cuenta que se veía algo así. Como si a algunos no les perdonan nada y a otros los perdonaban en todo. Pero yo me acuerdo que el primer día que hicimos los platos de fiesta de casamiento, estábamos convencidos que ganábamos y volví muy enojado, ahí me dije a mí mismo ‘me calmo o me va a ir muy mal’”, continuó.
Y cerró, sincero: “Es muy cierto que la competencia es con uno mismo. Y es una mezcla de nervios, responsabilidad y presión por algo que no es lo de uno. En mi caso no es lo mío y lo que te come la cabeza es el tiempo. El reloj es el principal enemigo y después están los tres jurados, que sabés que se mira por televisión, que tenés que hacer muchísimas cosas. Es fuerte la presión”.