El viernes pasado, Serafín Dengra (56) participó del cuarteto de tres de Bailando 2017 junto a Sol Pérez y Fernando Bertona. El exrugbier, que vistió la camiseta de Los Pumas y recobró fama por la viralización de sus videos motivacionales, derrochó carisma en la pista y contó la particular historia de amor con Patricia, su novia desde hace un año, quien lo apoyó desde la tribuna.
“Ella me pidió un video de motivación para un amigo, se lo mandé y al otro día, me dijo ‘me gustaría conocerte’. Le dije ‘te invito a cenar tempranito. Siete y media, ocho’. Se bajó de un auto blanco, la vi, la agarré y le dije ‘sos hermosa’. Fuimos a cenar, charlamos un poquitito... Ahí nos miramos, nos levantamos, la agarré y la abracé. Y después, muchos besitos. Fue todo a full. Lloramos muy fuerte esa noche. Me enamoré de la historia de vida de ella y después me enamoré de ella”, contó Serafo, sin dar más detalles.
"Trini se levantó un día con algo chiquito en la muñeca y era un rabdomiosarcoma alveolar, un cáncer de músculo muy poco usual. Ella era una nena completamente sana".
Muchos televidentes se preguntaron en las redes sociales cuál sería aquella historia y Ciudad se comunicó con Patricia, quien con una enorme fuerza de espíritu decidió compartir la conmovedora lucha de su hija, Trinidad, quien falleció en 2014 con sólo 10 años de edad.
-Nos sorprendimos con tu historia de amor con Serafín cuando contaron que lloraron juntos en la primera cita. ¿Qué fue lo que sucedió?
-Es muy fuerte, la verdad… Serafín me salvó la vida (se quiebra). Estoy bien, pero me emociono… Hace tres años yo perdí a mi hija Trinidad de cáncer... La luché, me fui a vivir a Houston, estaba muy bien económicamente. Perdí todo. Obviamente, ¡qué no hace una madre por su hijo! Lamentablemente, no pude hacer nada… Después de eso, te cuesta reponerte. La pérdida de un hijo es terrible. Y este hombre es como que cayó del cielo. Fuimos a cenar y no nos separamos más.
-¿Era tu única hija?
-No, tengo hijos grandes. Tengo cuatro, con Trini. Ella era la más chica.
"Hice lo imposible para salvarla. Le decía a los médicos ‘mátenme, pero salven a mi hija’. Fue terrible".
-¿Cuándo sucedió esto?
-Hace tres años que se fue, pero todo comenzó hace seis años. Tres años le duró la enfermedad. Tenía 10 años.
-¿Cómo saliste adelante?
-Me apoyo en mis otros hijos para sacar fuerza de donde no hay. Me citan para dar charlas, me gusta ayudar a los chicos que tienen estos problemas. Soy solidaria desde mi lugar, aprendí y crecí muchísimo. Vos dirás que estoy loca, pero Trini me da señales. No sé, se me posa una mariposa… Intuyo que Trini me lo mandó a Serafín. Te lo juro. Este hombre me sacó de la tremenda depresión que tenía. A mí me motiva para seguir todos los días. Soy una laburante. Tenía muchísima plata, me quedé en la calle y volví a vivir a lo de mi vieja, todo por la enfermedad de mi hija. Y lo volvería a hacer. Lo que fuese. Tengo título universitario y estoy trabajando como administrativa por dos mangos, pero sé que dejé todo. No voy a volver a ser feliz completamente porque una parte tuya se murió.
"La pérdida de un hijo es terrible. Y este hombre es como que cayó del cielo. Vos dirás que estoy loca, pero Trini me da señales. Intuyo que ella me lo mandó a Serafín".
-¿Cómo fue que comenzó todo?
-Ella se levantó un día con algo chiquito en la muñeca y era un rabdomiosarcoma alveolar, un cáncer de músculo muy poco usual. Ella era una nena completamente sana. Cuando le sacaron el tumor, primero se hizo la biopsia y se descubre lo que era. Se hizo quimioterapia para achicarlo y luego para intentar sacar lo que más se pudiera. Esto estaba en la muñeca, pero cuando entró al quirófano no sabíamos si le sacaban un brazo. No sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar. Yo decía ‘no me importa con tal que mi hija viva’.
-¿Y cómo siguió?
-Después era la terapia de rayos y quimioterapia todos los días de mi vida. Iba de Casa Cuna al Garrahan, y después viajamos a Houston, Estados Unidos. Luego, se le pasó a una pierna y no sabíamos si le iban a sacar un pedazo de músculo o la pierna completa. Después le tomó la clavícula. Fue algo tan duro y tan terrible... Dentro de lo triste, tenía la luz para tomar decisiones, interpretar lo que me decían los médicos en Estados Unidos, traducírselo a los médicos de acá. No me daba más el presupuesto y en Houston me dieron la medicación para que hiciera la quimio en Casa Cuna. Hasta que dije ‘esta es la última’. Fue mi decisión y montamos una terapia intensiva paliativa en casa, y ahí estuvo hasta que decidí que no era vida para Trini porque estaba sufriendo… Te puedo asegurar que siento paz porque sé que no sufre y que hice lo imposible para salvarla. Le decía a los médicos ‘mátenme, pero salven a mi hija’. Fue terrible. Serafín me cambió la vida, me dio ganas de vivir. Después de lo que pasé, este hombre me resurgió y trajo alegría a mi vida.
Serafín Dengra contó en ShowMatch su historia de amor con Patricia.