Hace un año Samanta Casais daba sus primeros pasos en Bake off Argentina, y jamás se había imaginado todo lo que sucedería por su polémica participación en el reality culinario. En una nota con Intrusos, Samanta recordó: “Se grabó en un predio en Pilar entre julio y agosto, en pleno invierno y hacía un frío tremendo. La final se grabó en diciembre”.
Luego, se refirió al infierno que vivió en las redes sociales en las últimas semanas, cuando salió a la luz su responsabilidad sobre el accidente automovilístico que al poco tiempo le costó la vida a un hombre, y luego se supo de su experiencia como pastelera profesional con negocio propio y además su paso por la televisión.
“Mi novio, Juan Cruz, me sacó mucho a flote. Llegó un momento en el que quería desaparecer del mundo. Y él me dijo ‘basta, hasta acá llegó’. Me empezó a manejar las redes sociales porque no estaba bueno, no me estaba haciendo bien. Él todas las mañanas me despertaba, me destapaba y me decía ‘arriba, vamos a tomar mate’. Así fue cómo él me fue sacando a flote de todo”.
"Mi novio todas las mañanas me despertaba, me destapaba y me decía ‘arriba, vamos a tomar mate’. Así fue como él me fue sacando a flote de todo”.
Al hacer un balance respecto de la descalificación del certamen culinario, del cual se había consagrado ganadora en diciembre con 600.000 pesos de premio y equipamiento de cocina, Samanta afirmó: “Para mí lo más importante es la paz mental y de a poco lo estoy logrando”.
Al final, Samanta Casais se explayó sobre cómo superó la angustia que le provocó el hostigamiento que sufrió en las redes sociales: “Yo tengo mi psicólogo de hace tiempo ya y con él me siento más segura, pero la producción me propuso ponerme un psicólogo. Siempre estuvieron a mi disposición. Obviamente, también estuve un tiempo con psiquiatra porque necesitaba dormir y no estaba pudiendo. Estuve medicada”.